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viernes, 30 de julio de 2010

ALADELTISMO CHILENO 1990


  1. VIII Campeonato internacional La Leonera’1990.
  2. Mis Experiencias….37: 400 deliciosos pastelitos.38: Vuelos en Portillo 1990, 39: Mis vuelos en Batuco. 40. Vuelos remolcados :Refraneando.-
  3. Campeonato Internacional La Rioja’1990.
  4. Navidad en Batuco 1990.
  5. Nuevo Record de Altitud. Eric.
  6. .Mis reflexiones…5: La Suprema Libertad de volar un ala delta.
  7. Acta de la X Asamblea G O de la ACHVL
1 Pedro Valdés, 2 Roberto Danitz, 3 Martín Buscmann, 4 Jaime Didier

1. VIII CAMPEONATO INTERNACIONAL LA LEONERA'1990
Se llevó a cabo desde el 5 al 14 de enero, con despegue desde el cerro el Canelo en Rancagua. Modalidad cross country, contra el tiempo en dirección al Norte. Luego había que dar la vuelta sobre un pilón ubicado en Pirque y volverse a La Leonera Distancia de 105 Km. Sólo para alas doble tela y barbas preformadas.
E El programa diario, contemplaba:
8:30, subida de las alas al despegue en vehículos 4 x 4.
11:30 Subida de los pilotos en bus y el último tramo en camionetas 4 x 4.
12:30 Se abría la ventana de despegue.
17 Se cerraba la ventana de despegue
19:30 Estando los pilotos aterrizados, el camión-escoba, iniciaba el rescate. Y finalmente 20:30 Regreso a la base en Hotel La Leonera, uno de los auspiciadores del campeonato. Otros fueron TUR-BUS y AGFA CHILE.
TIPOS DE PRUEBA:
1. Los pilotos despegaban de Machalí, pasaban volando sobre un pilón ubicado en Pirque, para regresar a la Leonera. Todo contra el tiempo.
2. En otro día, al llegar al pilón de Pirque torcían hacia San José de Maipo donde aterrizaban.
El Director y Juez General fue Roberto Danitz, presidente del Club Juan Salvador Gaviota y Tesorero de la ACHVL, organizadora del certamen.
Los patrocinadores: la FACH, la DGAC, la DIGEDER, el Comité olímpico de Chile. Canal Recreativo Nacional y SERNATUR.
Es de destacar la ardua labor de los dirigentes de la ACHVL y también de gente entusiasta que colaboró desde afuera, sobre todo en los rescates. También le cupo a nuestra Fuerza Aérea un principalísimo papel que se materializó principalmente en el servicio de helicópteros. El tiempo estuvo bueno. No hubo ningún accidentado. Al final de cada día, una vez llegadas las camionetas del rescate, disfrutaron de la cena, la camaradería, los comentarios, todos juntos sin rivalidades, ni grupos. Nos contó Roberto Ebensperguer quien como Roberto Danitz, Claudio Lombardo, Danitza sola y Brigitte Laisinger, siendo aladeltistas, no volaron. En cambio pusieron lo mejor de sí para que resultara lo que fue: "una fiesta para todos".
Los primeros puestos fueron ganados por:
1º Eric Hempstead con ala HP I Estados Unidos
2º Jaime Didier Magic Kiss Chile
3º Cristián Cid HP II Chile
4º Oscar Hastholer Moyes XS Suiza
5º Jean Pierre O'Haco Magic Kiss Chile
Cristine Tanner GTR Suiza
Romy Hastholer GTR Suiza
Franz Tanner GTR Suiza
Walter Freymond Vega Suiza
Peter Gerhard Magic IV Alemania
Michael Samann GTR Chile
Héctor Contreras Bullet Chile
Sebastián Díaz Magic Kiss Chile
Carlos Barrientos Zephir Chile
Julio Nogueira Magic IV Chile
Gino Bortolazzo Comet II Chile
Augusto Olivares HP II Chile
MIS EXPERIENCIAS
37... El 31 de Enero de 1993, establecí una nueva marca en vuelo nocturno cuyo relato es:
CIENTO VEINTE DELICIOSOS PASTELITOS
Cierta vez alguien me dijo que en su opinión hacer permanenc1a en alas delta era parecido a comerse 100 pasteles de una sola vez.
Seguramente algunos creen que siempre lo poco gusta y lo mucho cansa. Sin embargo, si me acompañaran en un vuelo de alas delta, podrían darse cuenta que esto no siempre es así, y si además, aprendiera a volar estarían de acuerdo conmigo en que por más que se vuele, invariablemente el gusto que se siente es a poco.
Desde el aire, el paisaje tiene otra dimensión que es el movimiento. Uno se siente vivo, lleno de vida y puede recorrer 1.000 veces las mismas cumbres y laderas, descubriendo en cada pasada nuevos detalles, nuevas perspectivas, enfoques y maneras de hacer más perfecto el vuelo. Es tanta la emoción y sensibilidad que produce el manejo del ala. Tanta la atención que requieren las maniobras, que en nuestra memoria se gravan, a veces para siempre, una cantidad extraordinariamente grande de de detalles.
En un vuelo de permanencia, donde recorremos muchas veces el mismo Iugar, valdría la comparación de que cada vuelta que damos, equivale a comerse un pastel. Entonces usted pensará ¿Donde está la gracia? Súbase a un ala delta y la encontrará, porque explicarlo con palabras es arto difícil. No es el caso del guatón que en la TV nos muestra Winnes Records, comiéndose 100 pasteles en 30 segundos. Nada que ver.
En mi caso, cuando hago permanencia, cada giro, cada vuelta, es un pastelito diferente al anterior y al que viene después, son todos deliciosamente diferentes y los saboreo uno a uno; todos me exigen una constante atención y un manejo impecable del ala; porque estoy todo el tiempo compitiendo con la gravedad que me tira para abajo, y por otro lado aprovechando lo mejor posible a mi aliado, el viento caliente que me empuja hacia arriba. Si durante ese giro me elevé o me mantuve a la misma altura, ello constituye un triunfo parcial que me acerca a la meta. Esto me produce mucha alegría y sintiendo lo mismo después de cada giro: ¿Cómo podría aburrirme?
El 11 de enero de 1990, hice unos 120 giros y superé mi anterior record del 8/12/89 que era hasta las 23.05 hs., logrando volar hasta las 23 hs. 25 minutos... Fueron 120 deliciosos pastelitos.
Agradezco a mis amigos: Leonardo Briceño compañero de "Águilas Blancas", Elmo San Martín y a mi hijo Roberto, quienes me acompañaron y estuvieron alertas por si había que salir a buscar los restos.
38. VUELOS EN PORTILLO'1990
En febrero y marzo, fui a Portillo con Alejandro Frutos y Jorge Bozzo, nuevamente, con la esperanza de integrarlos a un cruce de Los Andes en bandada. Fueron vuelos locales. En uno de ellos me farrié la posibilidad de pasar para el otro lado por llevar el arnés muy lleno con artículos de supervivencia. El arnés Cocoon no se abrió y perdí mucha altura en el despegue, siendo un día excelente, con harta térmica. Se aburrieron y tuve que buscar otros compañeros: Roberto Ebensperguer y Roberto Manfred. Fue otro vuelo local, pero el día estaba tan turbulento, que Roberto demoró media hora en darme la salida. Luego, cuando nos juntamos abajo me dijo que había sido espeluznante, que salí muy mal y rozando los peñascos. Además me dijo que "Nunca más" y agregó- "Mira compadre, vas a tener que esperar a que halla pajaritos nuevos, porque de los viejos ninguno de Vd. a acompañar". Tenía razón, tuve que esperar.



Arriba 1990. Despegue en Portillo. Al fondo Laguna del Inca, atrás los cables del andarivel, adelante, hay que correr entre los peñascos, ojo que no toque ninguna punta de ala, porque hay que salir volando… o cayendo. Ayudándome a salir. Roberto Ebenspergue me sujeta la quilla, Roberto Manfred un ala, Robertito sujeta la otra punta, yo trato de sujetar mis rodillas que tiritan.
Una vista impresionante, al fondo los Altos del Juncal, abajo el camino que sube a Los Libertadores. Y en la foto de la derecha, marcado con una circunferencia, mi ala es un puntito que a veces brilla, y luego se pierde de vista.

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