2. Eric Hempstead.
3. Curso de aladeltismo en Águilas Blancas.
4. Curso de primeros auxilios en Águilas Blancas.
5. Campeonato Mundial Suiza’89.
6. Mis experiencias… continuación: Vuelos ’89, 34. Vuelos en Portillo, 35.Vuelos remolcado.
7. Campeonato internacional La Rioja’89.
8. Mis experiencias… continuación 36. Record de permanencia y vuelo nocturno.
9. Acta de la IX Asamblea ordinaria de la ACHVL.
1. VII CAMPEONATO INTERNACIONAL DE ALAS DELTA RANCAGUA'1989
Organizado por el Club Juan Salvador Gaviota, se realizó durante seis días en enero, con la participación de 26 pilotos de diferentes nacionalidades. Este evento que año a año reúne a los más destacados pilotos nacionales y extranjeros contó con el auspicio de la ACHVL y el apoyo de la DIGEDER. Fue una verdadera fiesta del deporte y participaron junto a los nuestros, argentinos, suizos, alemanes, ingleses y un brasilero. Nuestros representantes pudieron así, admirar la tecnología más avanzada, e incluso renovar su equipo de vuelo tanto en alas delta como en instrumentos y elementos de seguridad.
El despegue se ubicó en Machalí, Rancagua, a 1700 metros de altura, en modalidad cross country, es decir debían volar hacia el norte tan lejos como pudieran, durante varios días con puntaje acumulativo. A los efectos de facilitar el rescate, se ubicaron lugares de aterrizaje alternativos en La Leonera, Pirque, Vizcachas, La Dehesa y Chicureo. Esta modalidad atrae a los pilotos extranjeros por las grandes distancias que se vuelan y entusiasma a los nuestros por medirse con aquellos. Así es como el esforzado aladeltista chileno Jaime Didier batió la marca del año anterior de 120 Km., llegando hasta el pueblo de San Esteban, cerca de Los Andes en un recorrido record de 165 Km. lo que a su vez es record sudamericano. Los resultados fueron:
NOMBRE ALA TIPO CLUB
1º Jaime Didier HP I JSG Juan Salvador Gaviota
2º Jason Prior Magic IV Inglaterra
3º Eduardo Roda HP II Argentina
4º Jean Pierre O'Haco Comet I Arica
5º Cristián Cid HP II Fénix
6º Etienne Reveney Magic IV Suiza
7º Augusto Olivares HP II JSG
Otros participantes fueron:
Marcela Rivas, GTR Viña del Mar, única dama participante
René Trottmann (Jack) Colibrí Suiza
Rolf Tschudi Colibrí Suiza
Jürg Hermann GTR Suiza
P G. Magic IV Alemania
Ralph Striensky Bullet 616 Alemania
Stuart Prosser Magic Full rice Inglaterra
Aldo Isgut Magic IV Argentina
Joe Cox GTR Brasil
Patricio Fabres Comet I La Serena
Jens Tannenn Saphir 17 JSG
Alfonso Soto Tyfon JSG
Carlos Barrientos Zephir U. de Chile
Andrés Ojeda Azur Leonardo de Vinci (USACH)
Patricio Sancha Fénix
Kistler Fridolín
Patricio Núñez Comet I Leonardo de Vinci
Carlos Álvarez La Serena
Paúl Moore
Peter Gerhard Moyes GTR Suiza
Este campeonato dio la pauta de que Chile contaba con buenos pilotos, con un elevado nivel de rendimiento y los ubicados en los primeros puestos podrían haber participado en el Campeonato Mundial de Julio. Sin embargo no fue así, no se pudieron reunir los fondos necesarios para viajar a pesar de los esfuerzos que se realizaron con ese fin. El aladeltismo Nacional no pudo proyectarse al nivel internacional que se merecía, porque no fue suficientemente apoyado.
2. ERICK HEAMPSTEAD
FOTO:199...De izq...Roberto Ulate, Eric Hempstead y Sergio Rivillos

El aladeltismo chileno le debe muchísimo a Eric, deportista estaudinense enamorado de Chile, que se gana la vida como esquiador en la temporada en Portillo, Además siempre tuvo alas de tamden, con la que ha efectuado durante muchos años vuelos a los turistas en Portillo, despegando desde el plató y aterrizando abajo en el Hotel o en la laguna, si está helada. Además siempre tuvo alas de tamden, con la que ha efectuado durante muchos años vuelos a los turistas en Portillo, despegando desde el plató y aterrizando abajo en el Hotel o en la laguna, si está helada. Además siempre tuvo alas de tamden, con la que ha efectuado durante muchos años vuelos a los turistas en Portillo, despegando desde el plató y aterrizando abajo en el Hotel o en la laguna, si está helada. Esta lucrativa profesión le permite, cuando termina la temporada, bajar a Santiago y recorrer no sólo Chile, en Argentina y Perú, volar casi todos los días. Cada dos años Vd. a visitar a su familia y llega con dos o tres alas de última generación. Pero lo más importante, lo que amerita un capítulo aparte es que Eric ha cimentado en nuestro ambiente deportivo una sólida amistad, hecha de simpatía, sencillez, corrección y sobre todo por su natural desinterés por enseñarnos lo mucho que sabe: es un profesor por naturaleza, a él le gusta volar casi todos los días y nuestros pilotos de elit como Jaime, Augusto, Cristián, Jean Pierre, Roberto Ulate, que pueden seguirlo más de cerca, aprenden con él y los demás aprendemos de ellos. Cuando Eric vuelve de los EE UU. está a años luz del medio local, entonces todos nos esmeramos en volar con él, porque se aprende. A Eric nadie lo ha igualado, cuando él vuela siempre está 500 metros más arriba. A veces hemos ido a volar a La Pirámide, luego ya aterrizados en el Saint George, en la costanera, en La Dehesa o en San Carlos, nos encontramos con un Eric que fue a Pirque y volvió. Un año Eric y Jaime, hicieron varios vuelos seguidos entre La Dehesa y Los Andes, vuelos inéditos e inimitables: Irene, la Sra. de Jaime, los acercaba en su auto y los dejaba a los pies del Cerrito del Medio en La Dehesa. Subían los dos a pié el cerro (280 mts.) con ala y equipo, estos equipos son pesados unos 45 Kg. porque cargan con todo, un ala de las pesadas: 33 Kg., funda, unos cuantos Kg. de plomo para mejor penetración, agua, abrigo por la altura y un overol de vuelo acolchado. La sola subida al cerro con esa carga es un portento. Luego despegar solos, que es también excepcional. Se prendían de una de las pocas burbujas que se desprenden en el lugar y se iban para arriba, hasta el Cerro Milico, el Santuario, El Pelao Chico, el Pelao Grande, Los Riscos, El Colocalán, Los Robles y un planeo hasta Los Andes. Aterrizaban en la cancha de fútbol. Luego con un taxi a un hotel. Al otro día se hacían subir en taxi al Cerro de La Virgen, que está enfrente. El vuelo de vuelta debían hacerlo más alto porque hasta los 2.200 metros de altura predomina el viento Sur. En cambio sobre esa altura lo es el viento Norte. Entonces se remontaban, se iban para atrás a tomar más altura y se volvían más adentro de la precordillera, aterrizando en el Mapocho, La Dehesa frente a la casa de Jaime. Regresaban a pié. Eric en el 2004, sigue volando igual que antes, sólo que un poco alejado de Santiago, a veces se sabe que está en Perú, en Antofagasta y cualquier día regresa. ¡Que sea pronto!
Foto:1989. Eric en vuelo Tandem con Trini Frutos.

3. CURSO DE ALADELTISMO EN AGUILAS BLANCAS
En el Centro de Ex-Cadetes y Oficiales "Águilas Blancas", de la FACH, en su Dirección de Almirante Barroso 38, bajo la dirección del Brigadier Mayor Máximo Patricio Ormazábal, se impartió un curso de Alas Delta a 15 inscriptos en Metereología, Aerodinámica, Medicina Aeroespacial y Seguridad. Las clases prácticas las impartió Patricio Sánchez y en él se diplomaron Arturo Leonardo Briceño, Antonio Arias y tres oficiales de la FACH, que por esos días fueron destinados fuera de Santiago. Asistí a ese curso y aprendí bastante en las clases de teoría y recuerdo una anécdota risueña. Por esos días se me había metido en la cabeza, batir mi récord de permanencia. Entonces durante un a clase de Meteorología que las daba el Prof. Pareja, estuve indagando sobre las condiciones de Isla de Pascua, ya que el récord mundial lo habían establecido en una de las islas de Hawai. El Prof. Parejas, conocía Isla de Pascua y me advirtió que si me elevaba mucho y una eventual térmica me arrastrara lejos, caería al mar donde serviría de almuerzo a los tiburones. Luego, con mis compañeros Arias y Briceño, comentábamos en el casino, y les dije que tenía resuelto el problema, que les taponaría los tubos de aluminio al ala, para que no se hundiera, que llevaría una balsa inflable con aire comprimido… y Arias me interrumpió con “No te olvides de llevar una jaula de fierro, para eludir las embestidas de los tiburones”.
5. CAMPEONATO MUNDIAL DE SUIZA 1989
La Federación Aérea de Chile, filial de la FAI. cursó la invitación correspondiente a este Campeonato a realizarse en el mes de julio. Sin embargo, por falta de recursos económicos, no fue posible que nuestros pilotos Jaime Didier, Augusto Olivares, Cristián Cid y Jean Pierre O'Haco, todos ellos de primer nivel, como lo prueba su destacada actuación en los campeonatos chilenos y argentinos, mostraran al mundo estas cualidades. Se agotaron las gestiones, no habiendo apoyo suficiente ni de la empresa privada ni de los organismos del deporte. Lamentable.
Es ilustrativo el presupuesto que era necesario para llevar un piloto chileno al mundial:
Pasaje aéreo ida y vuelta U$ 1.500
Alojamiento U$ 1.400
Comidas U$ 750
Inscripción U$ 450
Rescate U$ 400
Transporte aéreo ala y seguro U$ 300
Repuestos U$ 100
Uniformes U$ 100
Total U$ 5.000
6. MIS EXPERIENCIAS…
ACTIVIDADES QUE REALICÉ DURANTE 1989
Volé durante todo el año. Aunque yo sabía que en los campeonatos se aprende mucho, y me interesaba participar, no podía hacerlo por mi trabajo, pues para mí era imposible tomarme vacaciones o parar de trabajar 6 días a la semana durante todo el año. Entonces en Marzo hice una salida a
34. F1. VUELOS EN PORTILLO.
Acompañado de Antonio Arias, Jens Tannenn y Roberto Danitz, éste como fiscal de la DGAC a fin de mostrarles el lugar donde crucé la cordillera e interesarlos en un cruce en bandada. Por mi parte llevé el ala con la intención de volar. Lamentablemente el viento estaba tan fuerte, con rachas que llegaban a 90 Km. y muy rasante. Esperamos a que bajara y se volviera más parejo; pero Roberto se opuso, porque con mi ala (de poca penetración contra el viento), no llegaría hasta el aterrizaje y dirigiéndose a Jens: " Tú tienes un ala igual ¿Llegarías hasta allá?- ante su respuesta negativa y mi tozudez, se dirigió otra vez a mí: "A ver, dime con qué alternativa cuentas" y, la verdad los 3 Km. que nos separaban del aterrizaje eran de puros peñascos. Desarmé el ala y no volé. Pero
Al domingo siguiente estaba otra vez en campaña. Esta vez acompañado de Alejandro Frutos y Jorge Bozzo. Éstos me aguantaron varias salidas, en la esperanza de ver un nuevo cruce, sin embargo, sólo fueron vuelos locales donde la altura que tomé no daba para eso, además con el tiempo cada vez más frío y más flojo nos hizo pensar en el año próximo.
35. VUELOS POR REMOLQUE:
Posteriormente, ingresé al Centro de Ex-Cadetes y Oficiales de la FACH, Águilas Blancas, aproveché el Curso que se dictó y en las salidas a terreno. Junto con el curso, incursionamos en vuelo por remolque. Así fue como un día, estando en Batuco, iniciamos las pruebas con un cordel de 200 metros. Hice un par de remolques, logrando alcanzar una altura de 70 metros, luego me soltaba y aterrizaba. Alejandro Frutos, también hizo unos vuelos hasta que una vez olvidó colgarse del ala. La camioneta partió con Jano enganchado al cordel, pero imposibilitado de soltarse, ya que sus manos estaban fuertemente aferradas al ala. Así gritó "suéltenme, suéltenme" y como no soltaban "Suéltenme H...vones". No pasó de un porrazo.
Otra vez, provistos ya de una radio de la FACH, (que no funcionó por lo vieja), hice otros remolques en la Escuela Capitán Ávalos. Finalmente en una tercera salida, fuimos a El Bosque y como el pasto estaba bastante crecido, en el primer intento se me quedaron los pies atrás y no alcancé a despegar rompiendo el trapecio. Entonces, tomé el ala Alondra, de instrucción y con
ella seguimos.
Foto: En la foto de arriba, 1989.Batuco. De izq. Antonio Arias y Basilio con el Saphir 16-, abajo ensayando los primeros vuelos remolcados.

La camioneta se ubicó a lo largo de la pista de los aviones, mientras que yo, al otro extremo de la cuerda (300 metros), lo hice en diagonal, porque tenía el viento al costado. Comenzamos la operación, me elevé unos 70 metros cuando advertí que el cordel se había enredado en una baliza, y corría tirado por la camioneta, pero la baliza lo mantenía a ras de piso, de manera que pronto iba a empezar a tirarme para abajo. Inmediatamente accioné de un manotazo el descuelgue, corregí la dirección del ala enfrentando el viento y aterricé. En el tercer vuelo, lo hice con un débil viento cruzado, con camioneta y piloto desplazándonos a lo largo de la pista, a un costado sobre la franja de tierra. Esta vez, cuando había tomado unos 25 metros de altura, el ala derrapó hacia un costado, empujada por el viento y comenzó a bajar la nariz como un volantín, me cargué con todo mi peso al lado contrario tirando con ambas manos del lateral derecho. Cuando estaba a sólo 5 metros del suelo, por fin se infló y tomé otra vez la altura anterior, para rápidamente soltarme y antes de aterrizar ya había decidido que: NUNCA MÁS.
7. CAMPEONATO INTERNACIONAL DE LA RIOJA'1989
Al campeonato Argentino de La Rioja, de carácter internacional, viajaron los chilenos y se adueñaron de los primeros lugares. Se realizó entre el 15 y 18 de noviembre de 1989.
En esta ocasión participaron cerca de 30 pilotos los que realizaron vuelos de Cross country durante 5 días con puntaje acumulativo. Jaime Didier, uno de los pilotos consultados dijo que:" los pilotos chilenos siempre estuvimos en punta". agregando que fue un buen campeonato y en donde quedó de manifiesto, una vez más, la cordialidad argentina. Sobre el tiempo añadió que estuvo muy caluroso, con nubarrones que abrían y cerraban el cielo, lo que permitió ejercitar la habilidad de cada piloto para aprovechar las numerosas térmicas que se producían en un ambiente tan cambiante...
NOMBRE ALA TIPO PROCEDENCIA
1º Eric Hemspstead HP I Chile
2º Christian Cid HP II Chile
3º Jaime Didier HP y Magic Kiss Chile
4º Ralph Striensky Fill Alemania
5º Jean Pierre O'Haco Magic Kiss Chile
6ª Eduardo Rodas Magic Kiss Argentina
La mayor distancia conseguida fue la de Eric Hempstead con 154 Km. de vuelo.
Foto:La Rioja. El equipo chileno que viajó: Arriba, Sergio Rivillos, Germán Romero y Cristian Cid; Abajo: Eric Hempstead, y Jaime Didier, junto a una lugareña.-

Foto:La Rioja, Eric Hempstead durante la entrega de premios.

Foto:Ciudad de la Rioja

8. MIS EXPERIENCIAS…
. RECORDS DE PERMANENCIA Y VUELO NOCTURNO:
El 8 de diciembre de 1988, establecí un nuevo record de permanencia que hasta hoy (2009) no ha sido superado. En su momento lo relaté así:
33. UN SUEÑO, UNA ILUSIÓN, UN DESAFÍO:
Eran las 22 horas y 55 minutos del 8 de diciembre de 1989 y me encontraba volando con mi ala delta Saphir 16 matrícula 128, sobre los cerros de Batuco, a 100 metros por encima del más alto. Había luna creciente y los cerros se veían perfectamente aún sin mi reflector halógeno encendido. Llevaba casi 11 horas volando y me sentía perfectamente fresco y pensaba "Ojala la corriente de aire caliente me sostenga toda la noche". Estaba haciendo giros en una trayectoria elíptica de 40 x 100 metros y en los giros perdía unos 6 metros de altura, que luego los recuperaba en la térmica. Distinguía a la distancia los chonchones a kerosén que delimitaban mi cancha de aterrizaje.
Cinco minutos después noté que la ascendente se debilitó, estaba bajando y en tres giros más me encontraba a la altura del cerro y a 100 metros al Sur de la cumbre. Me dije: "Esto se acabó". Entonces encendí mi segundo foco y abajo se encendieron las luces de mi furgón, para iluminarme la cancha de aterrizaje. Me dirigí allá, haciendo una pasada a 100 metros de altura, calculando mi aproximación. Dos o tres giros más. El viento era débil, pero igual tenía que enfrentarlo en el aterrizaje. Me acerqué al borde de la cancha y "me la comí" casi toda. Aterricé sobre las rueditas y sobre mi estómago, un rodillazo sobre el suelo y me detuve. Mi ayudante Marcial Sepúlveda llegó corriendo y emocionado, me dio un abrazo y me dijo: "Lo logró Don Basi, parecía un murciélago cuando pasó frente a la luna". Mi hijo Roberto, de 7 años me dio un tímido beso, sacado casi a la fuerza. Tal vez no comprendía cuan feliz y satisfecho me sentía porque acababa de superar el record chileno de permanencia de Hugo Luthi, de 8 horas y 49 minutos y además, volé 2 horas y 45 minutos de noche lo cual también es record...
¡Volar de noche! Dos años antes eran un sueño, una ilusión, un desafío. Varios pilotos habían aterrizado de noche, pero quedarse un tiempo ¿Se podría? Pensé en una planta industrial recostada en un cerro, donde el viento que a veces sopla de noche, se calienta y sube. Por otra parte sería un lugar iluminado. Busqué en La Africana, Polpaico, Concón, La Ventana, La Calera y la encontré en la Mina El Soldado, cerca de la Cuesta El Melón. Era lo ideal, una enriquecedora de mineral, recostada en el cerro y mirando hacia la costa. Allí estaba, pero tenía un problema: había una telaraña de cables de alta tensión. Pensé: "Olvídate, este lugar no sirve para otra cosa que no sea matarse". Después se me ocurrieron algunos disparates como "tal vez, un par de turbinas ubicadas en una quebrada, un helicóptero con las aspas al revés, una quemazón".
Finalmente me decidí a probar en Batuco Tal vez despegando temprano... Entonces comencé a despegar a la primera brisa, tipo 11 horas, pero como estaba muy débil, no me daba más que para un planeo. Desarmaba rápidamente el ala y volvía a subir. A las 12 y 30, estaba mejor, entonces despegaba y lograba remontar, pero como el viento viene por rachas y se corta, entre racha y racha, bajaba y bajaba y si no llegaba a tiempo, allí nomás terminaba el vuelo. Una hora y media después estaba otra vez despegando, eran las 3 de la tarde. Ahora sí, estaba muy turbulento, pero me sostenía y había que aguantarse hasta las 6 y entonces se ponía parejo y rico para volar, pero no me daba para el record.
Pasó el invierno y esta temporada volví a la carga y domingo a domingo fui mejorando mi equipo y quedándome hasta que el viento se cortara en la noche. Soltaba unos pequeños paracaídas con luces encendidas a pila, estudiando los cambios de dirección del viento. En Batuco hay una gran laguna poco profunda donde el agua se calienta de día y suelta calor poco a poco después que oscurece y cuando el cerro se enfría, ese calorcito sube formando una chimenea de aire ascendente, cerca del cerro. El día 8 se dieron las dos posibilidades: despegué a las 12 y aterricé a las 23:05 hs.
Habían pasado dos días y aún tenía los riñones como si me los hubieran pateado. Y ya estaba pensando que si en Batuco o alguna otra parte de Chile, alguna noche, toda la noche soplara el viento hacia arriba y que ojala allí mismo estuviéramos mi ala y yo: otro sueño, otra ilusión y otro desafío podrían cumplirse.
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