VOLAR EN UNA TORMENTA
A todos los deportistas nos sucedió alguna
vez, en que fuimos actores de un suceso destacado, por ejemplo el pezcador que
sacó una pieza de 6 Kg. o el corredor
que logró una marca en tantos segundos. Como es una valla muy alta, el sujeto
se empeña tenazmente, a veces por años, en superarla y a veces no lo consigue por más esfuerzo que haga.-
Yo diría que ningún adeltadeltista, ha escapado a esta aventura , porque cada vuelo presenta el mismo desafío: superarse y como los vuelos son todos distintos, es muy difícil repetirse el plato.-
Así es como el otro dia estando en Batuco, cede del Club Alas Delta de Chile , un viejo compañero de vuelos, PatricioNuñez, recordó que él voló en medio de una tormenta.- Por supuesto , los ojos se abrieron de este porte.- Sabemos que muy pocos lo han hecho en el mundo y es porque cuando volamos por debajo de un cúmulo, te atrapa, te chupa, dentro de él hay un remolino espantoso de velocidades, hielo y turbulencia, que hacen pedazos el ala y quien por suerte escapa a ser atrapado, nunca más se acerca a tan peligrosa experiencia.-
Yo diría que ningún adeltadeltista, ha escapado a esta aventura , porque cada vuelo presenta el mismo desafío: superarse y como los vuelos son todos distintos, es muy difícil repetirse el plato.-
Así es como el otro dia estando en Batuco, cede del Club Alas Delta de Chile , un viejo compañero de vuelos, PatricioNuñez, recordó que él voló en medio de una tormenta.- Por supuesto , los ojos se abrieron de este porte.- Sabemos que muy pocos lo han hecho en el mundo y es porque cuando volamos por debajo de un cúmulo, te atrapa, te chupa, dentro de él hay un remolino espantoso de velocidades, hielo y turbulencia, que hacen pedazos el ala y quien por suerte escapa a ser atrapado, nunca más se acerca a tan peligrosa experiencia.-
Como les decía, “El Pato” contó su
experiencia con lujo de detalles como si hubiera sido ayer y los incrédulos lo
taparon con “tallas”.- Cuento corto, superpicado, Pato me llamó pidiéndome que
le diera fecha de tan inusual acontecimiento, que había sido destacado en 1983 en la Revista Alas y yo mencionado en
este mismo block.- Y de paso me dió , como se dice, de primera fuente, un
minucioso detalle que lo que pasó en ese memorable vuelo.-
Patricio Nuñez y Algo Isgut
concurrieron al Centro de vuelos de La Reina como en un día normal,
nov.-Diciembre , ya que el cielo temprano estaba despejado.- Pato armó su ala y
Aldo no pudo por haber olvidado las barbas (de su ala).- Sin embargo al medio dia ya se habían formado
algunos cúmulos, los que se fueron incrementando al entrar la tarde. Me contó
que despegó desde la cumbre del Paidahue aproximadamente a las 15:30 y una hora
después lo tomó una corriente ascendente que se lo llevó para arriba, inútiles
fueron sus esfuerzos para bajar el ala porque lo mismo subía. Así las cosas se
le cerraron las nubes por debajo y perdió de vista el despegue.- No obstante
tenía visibilidad horizontal lo cual le permitía dirigir la nariz del ala hacia
el valle. Por encima de él a su vez se formó una gruesa capa de nubes sobre el
Cerro San Ramón , con cortinas de lluvia, granizo, truenos, relámpagos; lo
alcanzó la lluvia y él en su altímetro “Tomen” leyó, 2900 mts de altura , no obstante siguió
subiendo teniendo al frente y sobre el Cerro Manquehue, todo un espectáculo de tormentas en desarrollo., con
destellos como de soldadura al arco- Así se mantuvo en un vuelo en que poco avanzaba, teniendo la cordillera a sus
espaldas, vuelteó durante las 4:30hs. que duró el vuelo, la tormenta pasó y
finalmente pudo orientarse logrando aterrizar en la cancha de fútbol a los pies
del Paidahue.- Aldo fue testigo, desde que lo perdió de vista hasta las
maniobras de aterrizaje.”Llegué absolutamente mojado a la cancha de futbol
donde aterrizé”.-Como yo muy emocionado, lo miraba insistentemente, me aseguró que ese dia el Aeropuerto AMB cerró
por cumulos nimbus.-
El relato es fantástico, las emociones que
vivió el Pato Nuñez, son muy intensas y ese lujo de detalles después de tantos
años es porque ese vuelo fué inolvidable.
Los
aladeltistas experimentamos esa mezcla de gusto
y susto, como una droga, que nos atrae y apasiona.-
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