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sábado, 26 de octubre de 2013

NOSOTROS QUE NOS QUEREMOS TANTO


 1. Gabriel Araya, 2. Sra. 3. Gabriel Martin,  4. Mauricio Cottin, 5. Lorena Muracchi, 6. Basilio Impellizzeri, 7. Carlos Claussen  y  8. Mario Líspreguer.-

 El título del libro de Marcela Serrano, nos calza a la medida a la cofradía de quienes practicamos el aladeltismo chileno. Lo digo porque hay entre nosotros una estrecha amistad, que se refleja muy bien en los encuentros en familia. El Año pasado tuvimos 4 encuentros, ya relatados por mí. Uno en casa de Mauricio Cottín,  dos fueron caminando a la cumbre del Cerro Paidahue, lugar donde creció el deporte y uno más a Batuco con alas. Este último lo repetimos el pasado 13 de octubre de 2013, con familia y el infaltable asado, a todos ellos convocados y organizados principalmente por Augusto Olivares y Carlos Claussen.
   Estos encuentros tienen un sabor especial porque juntan a los pilotos viejos que iniciaron el deporte, de los cuales algunos han rotado por parapentes, paracaidismo, aviones ultralivianos, deportivos y comerciales; otros están en la onda turismo aventura, treeking, montañismo y también los hay haciendo navegación a vela. Todos tienen algo en común: llevan el ala en el corazón y de vez en cuando la desempolvan y "se hechan" su vuelito, o están soñando con reiniciarlos para sentir las incomparables sensaciones que brinda. Frecuentemente se dejan caer por los lugares de vuelo para sentirse dentro de ese delicioso mundo y no nos olvidemos de los fanáticos que permanecemos fieles a nuestra ala delta "hasta que la muerte nos separe".   Hay algo especial en esos encuentros en familia. Tan es así que los hijos (algunos tambien vuelan), jóvenes y también los niños que los acompañan, ven como sus papás se abrazan al saludarse con especiales muestras de cariño. Los une una especial camaradería. Como una vez nos dijo Lorena Muracchio "Nuestra amistad es tan fuerte, porque nuestra vida está protegida por el compañero que te ayuda a despegar". Bueno, hay que reconocer que a la hora de los "Qui' ubo", que es cuando hay que empezar a correr por la rampa, el compañero que te dá la salida es como tu padre y están los laterales que tomando las riendas impiden que una ráfaga te levante una punta y también  los que miran el equipo, tu cuelgue, tu paracaídas, todos te cuidan. Y después del aterrizaje, nos corregimos y compartimos las experiencias. Esta convivencia es algo muy fuerte que nos marca, nos atrae y nos compromete a hacer el vuelo mejor.
   Somos los alas delta de Chile: "Nosotros que nos queremos tanto".
Comentando vuelos:Aterrizados en Batuco
Bueno...a veces es como tu hijo



                                    Claudio Romo





Abajo: Claudio Lombardo, Mauricio Cottín, Basilio, Ana María Tapia, Augusto Olivares y Roberto Ebensperguer


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