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martes, 3 de agosto de 2010

ALADELTISMO CHILENO 2007




 
  1. Vuelos Inéditos
  2. Vuelo en Temuco.-
  3. Campeonato de Iquique: A pesar del empeño de José Vargas y Oscar Pérez por realizarlo, no fué posible.
  4. Vuelo en Maitencillo
  5. Mis relatos: El Día en que las Combat quedaron Fuera de Combate.-
  6. Mis reflexiones: Alas delta, Parapentes y Cóndores.
Jerónimo Lavancy

Cristian Cid, metiendo los pies en el arnés

VUELOS INEDITOS:
Podríamos decir que una gran parte de los pilotos de alas delta son adrenalinicos, o sea aficionados a la adrenalina. En este año 2007, se han hecho grandes exploraciones desde el aire y es así como en Enero, hubo un vuelo de Jerónimo Lavancy y Cristian Cid, desde Las Vizcachas a Pirque, de allí a Angostura, cruzaron a la otra banda y llegaron cerca de Rancagua. En Febrero, el 12, despegaron en Cuesta de Barriga, junto a Elmo San Martín, se remontaron en el Bustamante y siguieron al Norte , se volvieron a remontar en Lipangue, al llegar a Altos del Roble, no hallaban por donde y se orientaron viendo a un planeador, uno por delante los otros por atrás, lograron remontar pasar por la quebrada de Alvarado y llegar a Olmué. Cristián llegó hasta el mismo aeródromo. Para lograr hacer estos vuelos con las alas modernas, hay mucho que arriesgar porque de perder altura, se arriesga un accidentado aterrizaje entre los cerros. La zona no es totalmente desconocida para ellos ya que con sus motores Mosquito la han ido explorando, pero el desafío de estos vuelos es fascinante.- 
Juan Carlos en el trapecio junto a dos amigos


2. Vuelo en Temuco. También fué un vuelo inédito y lo realizó Juan Carlos Sandoval (Merkankato) quien viajó para año nuevo,  (con su Sport II) pués es Lautarense. No faltaron amigos del lugar, los cuales lo apoyaron tanto en el despegue, como en el rescate. Despegó en el  Cerro Mariposa, que está pegado al Ñielol hacia la costa y me dijo que " me tomó una térmica de "+5" ( 5 metros por segundo),  me dejó muy alto. Lo cual me permitió hacer muy buen vuelo". Afirmó que el lugar es bueno para las alas delta, con viento suave entre las 12 y las 3 y aumenta después, si está parcialmente nublado, está "chupador" y - muy entusiasmado concluyó."te puedes ir a cualquier lado, aterrizajes sobran".-


3 VUELO EN MAITENCILLO
Marcel Didier en Maitencillo
    
   En Noviembre de 2007, Se fueron a volar a Cachagua: Todos los Vargas, Maco, Marcel y Jaime Didier, Cristian Cid, Roberto Ulate, Diego Juridi, José Tomás y Arturo García, Juan Carlos Sandoval y otros. 
   Y me contó Marcel: El primer día nos fuimos a Cachagua a puro armar alas, porque estuvo malo. Al otro dia nos fuimos a Maitencillo y volamos super-bien,.
Merkankato aterrizando en Maitencillo

Sergio Arrieta en Maitencillo












FOTO 2007/1 Lugar despegue en Batuco. De Izq..Claudio Ahumada junto a Alejandro Aspee. Cristian Cid, armando su ala Combat y Jerónimo Lavancy de sombrero.

 EL DIA EN QUE LAS COMBAT QUEDARON FUERA DE COMBATE
Juan Carlos Sandoval (kankato)se luce con su nueva Combat en Temuco
Rugía  la Toyota 4 x 4 trepando la cuesta, saltando como liebre de un lado para otro con cada curva. Dentro de esa batelera 6 pilotos de alas delta se apretujaban: Germán Romero, Cristian Cid, José Vargas, Jerónimo Lavancy, Bernardo Hashagen y Roberto Ulate. Sobre el techo, debidamente amarradas, sus alas: las 5 combat y otra ala también de última generación. ¿Quiénes son estas exquisitas combat? Paso a explicarles



La Combat, ala revolucionaria, sin antena, capaz de un rendimiento de 19:1 (avanza 19 metros y baja 1), es casi un planeador. Además su geometría variable permite duplicar su velocidad en vuelo y para el aterrizaje, que es con un largo planeo, está dotada de un pequeño paracaídas de frenado. Además de su alta performance, estas joyitas ucranianas son sumamente aerodinámicas en todas sus piezas, incluso no tienen antena ni cables a ,la vista. Por supuesto son “estrella “ en todos los grandes campeonatos de nivel mundial como años atrás lo fueron las “Láminar” estadoudinenses; años antes las XL italianas, XS Australianas; años antes las HP, AT , I y II estaudinenses; antes los Magic Kiss, ingleses y llegamos al año 1987 donde mi vieja Saphyr alemana fue la mejor . No te parezca extraño entonces que “lo nuestro” fuera amor a primera vista  y volaremos juntos(el ala y yo) hasta que la muerte nos separe.  
  Perdón por estas intimidades y vámonos a la cuesta de Machalí en Rancagua y al día 4 de febrero de 2007, junto a nuestros zarandeados héroes, flor y nata del aladeltismo chileno, los cuales alegremente y entre risas, cantos y tallas coronaron el cerro. Llegados a la cancha de despegue, se acabó el chivateo al comprobar que el débil viento, iba a trastocar implacablemente todos sus planes.   Te contaré que en esa semana habían estado volando casi todos los días y en uno de ellos, Cristián lo hizo de Rancagua a Los Andes, Jerónimo de Rancagua a Batuco, Roberto hasta Colina, José hasta Liray, Elmo hasta Huechuraba, que son memorables vuelos.
   ¡Oh, Ingrato deporte que nos haces sufrir tanto! Mis compañeros tenían planeado volar de Rancagua hasta Huechuraba, donde hay un campito justo frente a la casa de Jerónimo. Nomás aterrizar, desarmar el ala y con ella al hombro cruzar la calle, para castigarse con un suculento asado “bien regado”.
   Germán, José y Cristán, armaron y se acercaron al despegue ¿Qué acaso no tenían esas maravillas aladas? Mientras llega más viento, te contaré que la Combat es un ala muy especial, hecha para forzar mi imaginación a mitológicas aventuras en el cielo. . Es que mi imaginación es muy fértil y en ella los sueños imposibles crecen como la hierba donde rara vez logra germinar un vuelo realizable entre tanta maleza. ¿Qué en que estoy topando?. En los 7.000 dólares que cuesta . Mentira, la verdad es que estoy muy viejo para meterme con estas beldades, tan difíciles de domar. En Chile hay 6 afortunados que han realizado muy buenos vuelos con ellas, pero aun después de un año no logran tomarle la mano. Es que las Combat son muy mañosas y exigentes con “su” piloto a quien no le perdonan ningún error. Estos afortunados, como te decía están en la onda de aprenderle todas las mañas, y yo, (por si acaso ) los escucho: “al despegar tiene que ser así, tienes que hacer un giro assá y ojo con el estall en el aterrizaje y además fíjate que con tanto planeo y tanta inercia, no terminas nunca de aterrizar y si en tu camino se te cruza una térmica, etc etc. Resumiendo: todas estas oportunidades de sacarte la cresta y para muestra....
    Uno a uno, arriesgaron su integridad al despegar con tan poco viento y se desplazaron al norte, haciendo gala de no poca muñeca en condiciones extremas, hasta Alto Jahuel, unos 40 Km.en que el viento se acabó y “todos para abajo”. Las Combat se negaban a aterrizar en potreros tan chicos, ellas exigían un amplio deltódromo, Los “afortunados” las obligaron a meterse en donde pudieron y quedó el plumerío de hombres pájaro entre los alambres de las cercas, el resultado fue desastroso. Germán se equivocó de paracaídas y abrió el grande, el de emergencia, el cuan frenó de repente, le quebró el planeo y se clavó de punta, con resultado de tubos y huesos rotos. José y Cristián, a duras penas salvaron la integridad de sus esqueletos, pero no los tubos del trapecio. Los demás aterrizaron con lo justo.
   Mientras tanto en Huechuraba el asado se cansó de esperar a los alados comensales y fue devorado por terrestres dientes. Así fue como de las 6 alas Combat que había  en Chile, 3 estuvieron por un tiempo, fuera de combate.



Bonito e inteligente, el bicho
Nicolás Rosemberg, Sergio Rivillos y Leonardo Briceño




3.. RELATOS… DE CUANDO UN CONDOR SALVO UNA VIDA
En una nublada y fría tarde de Abril de 2007, estábamos Nicolás Rosemberg y yo, calentándonos por dentro en una cafetería, donde nos habíamos confabulado para ver fotos y hablar de alas, de vuelos y de bueyes perdidos. Mientras tomábamos sendos “cortados dobles” Nico, revolvía sus neuronas tratando de “dar a luz” su bitácora de vuelo que comenzó en 1995 como parapentista, ''luego como aladeltista hasta el 99 en que se fue unos años a Israel. Y yo, urgiéndolo con preguntas como ésta “¿Cómo es posible, Nico, que no sepas si es que estás en esta foto de campeonato en Iquique, no sepas en que año fué, quienes fueron tus compañeros, que pasó, una anécdota, algo que sea?. Y anotaba en un cuaderno, lo poco que le sacaba, hasta que de repente su rostro se iluminó ¿y con una sonrisa “de este porte” me dijo “¿Quieres una anécdota, Basilio?, una con mayúsculas, te tengo una buena.: Resulta que por el 96, estaba volando con mi parapente en Farellones. Entonces logro tomar una térmica, la centro y me dejo llevar lentamente para arriba hasta llegar a la copa de la misma en que me quedo centrado, haciendo giros y contemplando tranquilamente el paisaje”.- Aquí lo paré: “No por mucho rato, porque la térmica te hacer derrapar, te bota afuera y te caes”- Me explicó que en Farellones y en esa época los parapentes lo hacían al igual que los cóndores y continuó: “De repente veo venir un cóndor a volar “mi térmica” y se mete en el mismo nivel, a la misma velocidad y sentido a recorrer la misma circunferencia, diámetro, digamos 60 0 70 metros, mirándonos medio a medio”. – Mi sonrisa de “no te la creo”
Lo hizo ponerse más serio: “Créeme Basilio, que es la pura verdad”- y siguió-“
Estábamos en eso cuando la térmica me saca de la copa y yo maniobro rápidamente hasta lograr meterme de nuevo, pero advierto alarmado que lo había hecho al revés, en sentido contrario, por lo tanto lo veo venir al cóndor al choque. Paralizado, sin atinar como esquivarlo”- 
   En este punto, mis ojos ya estaban blancos imaginando lo que pasaría dos segundos después, veía un paquete hecho con cordeles cóndor y parapentista cayendo velozmente hacia una muerte segura. Nicolás, me vió la cara, esperó un momento y cuando lo miré a los ojos siguió – 
   “Mira lo que hizo el cóndor: lo veo pegar dos fuertes contra-aletazos con los cuales se quedó detenido en el aire, con la alas abiertas y la cabeza arriba, luego abrió la cola, plegó las alas, y se dejó caer de costado como martillo para entrar en un veloz picado, un medio roll y me pasó por debajo de mis pies, perdiéndo como bala en la distancia.” – Y terminó con emocionada voz: - “El cóndor me salvó la vida”.-

ALADELTISMO CHILENO 2006

1. Vuelos en Rancagua.
    Como todos los años y los mismos de siempre, se hicieron los "mansos" vuelos.-



2. XIV Campeonato Iquique 2006

alas armadas y Germán Romero, posando
Patillos, alas alineándose al costado del camino2.
 XIV CAMPEONATO ALAS DELTA EN IQUIQUE¨2006

Los aladeltistas de Santiago, como es habitual para los últimos días de Octubre, migraron a Iquique. Desde l992 en que se descubrió ese maravilloso lugar para volar y para “probarse” en una competencia, o a veces un encuentro con el ambiente, estos “pajarracos” lo pasan muy bien, haciendo lo que más les gusta que es volar.
Así fue en esta ocasión, para los veteranos José,( ala Combat)y Alberto Vargas(ala Laminar) y sus sobrinos Patricio Romo Vargas (ala Súper XL; y Sergio Vargas Vega, pajaritos nuevos de la última camada; Michael Sammann , (ala Super XL); Jorge Toro Villalón, (ala Super XL); Ignacio Johanon Jonson, (ala Moyes); Jerónimo Lavancy (ala Tálon); y Oscar Perez, (ala Super XL).-
. Se fueron algunos en avión y otros en furgones. Del trasporte de alas y rescate se encargaron nuestra conocida Margaret (la de la sandía), y su esposo Oscar Pérez quién alternó esta tarea con vuelos. Jerónimo, indiscutido ganador de este campeonato, despegó de Cabo Patillos y en un meteórico vuelo aterrizó en la playa de Iquique. Todos los demás quedaron a lo largo del camino, hasta que Margaret pasara “la escoba”. Lo anecdótico fue que hay una buena picada para comer mariscos en “Los Verdes”, caleta de pescadores ubicada antes de Punta Gruesa, llamada así por los aladeltistas, porque desde el aire se vé un grupo de casas con sembrados. En Iquique es una rareza y a nadie se le ocurrió preguntar de donde sacan el agua y también la tierra, ya que ambas cosas son inexistentes en la zona. Bueno es que traían hambre y tanta que también se les olvidó que Jerónimo, también tenía de lo mismo y estaba sólo y al aguaite del rescate. Cansado de esperar Jerónimo arrendó un camión y más tarde, junto con descargar su rabia le pasó la cuenta a Oscar, organizador oficial de la competencia. Cosas que pasan.
José nos cuenta que durante 5 días de espléndido tiempo, voló de Cabo Patillos hasta la playa, unos 70 Km., que un día se le complicó en Punta Gruesa, por nubes bajas y viento demasiado cruzado, lo que los obligó a aterrizar antes..Punta Gruesa es un escollo insalvable para algunos pilotos y muy peligroso para quienes lo logran, porque deben rodear esa altura por el lado del mar y luego meterse en el rotor y si pasan, pueden optar por un planeo hasta la playa o intentar tomar altura de nuevo en Alto Hospicio y hartarse de volar sobre la Ciudad, donde toda esa zona es de desafíos y contrastes. Punta Gruesa le deparó también a nuestro amigo un espectáculo nuevo para él y un deleite para sus ojos, metido entre calles de nubes, con multicolores reflejos de luz y obligándolo a ir a Punta Ballena, vía sobre el mar, a tomar altura.
“Otro día nos fuimos- continúa José – cerca de Taltal y despegamos (sólo los veteranos) desde Pachica, rumbo al norte donde llegué hasta Punta Arenas, mientras que Jerónimo Lavancy lo hizo hasta Iquique, un vuelazo.”
Oscar, por su parte, me contó que los nuevos y él mismo volaron hasta hartarse en Pachica, incluso se internaron prudentemente en el mar. Y de Ignacio, que siendo un experimentado parapentista, con largos vuelos (200Km) en la Patagonia y además tiene su Trike (ala con motor), venía con ilusiones de volar arto en Iquique, pero como traía solamente un ala intermedia y nada de experiencia, resultó con “un piano” el primer día; con 2 pianos el segundo y con los consejos y demases logró al fin un vuelo hasta el fondo del cementerio, con lo cual quedó conforme.-



En la Foto: Margaret y Oscar Pérez, van a todas las paradas y nos llevaron a Iquique, la Serena, Rancagua etc., muchas veces.-

Preparando un despegue, Claudio Ahumada en primer plano.

ALADELTISMO CHILENO 2005

1. Vuelos en Rancagua 2005.
  Uno lo organizó y todos volaron como los cóndores.-


José Vargas, Max Didier y Elmo San Martín
2. Mis reflexiones…17: Cupido y las Alas Delta


3. XIII Campeonato de Iquique 2005





3. XIII CAMPEONATO ALAS DELTA IQUIQUE 2005
Como los años anteriores se realizó este evento que es uno0 de los más importantes del año en el Norte y en fecha del 26 de Octubre al 2 de Noviembre
Los participantes, se trasladaron, algunos en avión y otros po se llevór tierra, siendo su organizador Oscar Perez, quién llevó las alas y los pilotos, Cristián Cid y Jorge Toro. La nómina, es la sigte: Jean Pierre O¨Haco, piloto insigne, quien ha participado en forma destacada en infinidad de campeonatos desde los legendarios de Arica, donde estuvo al tope en la mayoría de ellos y cuando lo hace, es con el ala de última generación, como en este caso en que trajo un “Atos”, ala rígida con borde de ataque en fibra de carbono, una belleza para conocer y admirar de cerca; Max Spiess: trajo una moderna Aero Combat, ala de avanzada, eukraniana y como vendedor de la misma, venía equipado con la última novedad en equipos, incluído not boock, instrumentos, comunicación satelital e Internet al minuto,; Cristian, ya nombrado tambien extrenaba su Combat, y en verdad que se notó el cambio de ala y las performances que logró con. Cristián tiene en su haber un historial de éxitos hechos desde su legendaria Comet, cuando con alas de inferior performance lograba admirables puntajes mostrando una habilidad y aprovechamiento de las térmicas y orográficas excepcional, hasta nuestros días en que además luce la mejor ala; Jerónimo Lavanchy, con una “Tálon”, muy buena ala también de última generación; no podía faltar el clan Vargas, con José (Combat) a la cabeza, su hermano Alberto y su sobrino Sergio . Además estuvo Bernardo Hashaggen, un piloto de los viejos-viejos (l97…) quien estuvo 25 años en Alemania (volando, por supuesto) y ahora lo hace entre nosotros, aportando mucha experiencia, de la cual todos nos surtimos. También voló Roberto, un brasilero a quien le prestaron un Moyes XS.
Volaron en cabo Patillos donde no faltó la nota jocosa, por ejemplo Max, que con todo su despliegue de cuidadosos detalles en su equipo de vuelo donde no faltó hasta la crema para proteger los labios y “caerse” en el despegue, donde sus compañeros, a 400 metros de distancia, podían palpar su cara de condorito diciendo “necesito una explicación”.
Tampoco faltaron los sustos, porque estando Jerónimo sobre el “Batuco”, le pasó cerca un caza de la FACH, resultando la correspondiente “tirada de orejas”, ya que los delató el radar y tuvieron que explicar el error de omisión de dar previo aviso al Grupo, y por suerte los dejaron seguir volando en los dias posteriores. Y otro susto se llevó Bernardo, cuando después de aterrizar frente al aeropuerto, salió del campo a la carretera, siendo detenido por Carabineros, quienes estaban buscando a peruanos y hubo que reunirse a ellos para dar explicaciones .
Un día fueron a Pachica y desde Tocopilla a Iquique, llegó uno sólo, algunos quedaron en el camino, otros hicieron vuelos locales, incluso Oscar, encargado de los rescates, quien a su vez, tuvo que ser “rescatado”, mas tarde cuando se enterró con su vehículo en la arena.
Oscar cuenta que su camioneta estaba adaptada con colchones de manera que el regreso fue un viaje ininterrumpido de 26 horas, turnándose en el manejo.-

ALADELTISMO CHILENO 2004

1. Vuelos en Rancagua 2004.
2. Vuelos en Iquique 2004
3. Mis relatos…16. Al que madruga, Dios lo ayuda.
4. Mis experiencias…55 Refraneando.

1. Desde Rancagua, no sé  el detalle, pero fueron y volaron durante varios dias, haciendo cross-country hacia el norte.
Pablo Inostroza, más de 20 años volando

Michael Sammann, más de 30 años volando


2. EL CAMPEONATO QUE CAMBIÓ DE NOMBRE

AL CAMPEONATO INTERNACIONAL DE ALAS DELTA IQUIQUE'2004
Viajaron al anochecer del 31 de Octubre de 2004 por vía Lan Chile, diez de nuestros veteranos aviadores, cada cual con las cicatrices propias del oficio, con la inquieta algarabía que se arma en estos viajes a la aventura.
Simultáneamente y por vía terrestre, cuidadosamente y cariñosamente embaladas, eran transportadas las muy modernas alas delta, casi todas, de las últimas nidadas. Ellos y ellas fueron: Cristián Cid, (ala Tálon de la Wills Wing), Jerónimo Lavanchy (Moyes sin antena) Jean Pierre O' Haco ( ala rígida, última chupada del mate, rendimiento 19/1 ¿Que tal?,Elmo San Martín (ala Apco {Israelita}), Fernando Estay (Moyes sin antena), Max Spiess (Aero Combat), el chino Arrigorriaga (Moyes XS), Michael Samann (Láminar), José Vargas (Moyes XS), Jorge Toro (Láminar), todos de Santiago y el brasileño Ricardo Carneiro (Moyes Lice Spit).
Como es habitual del Aeropuerto Diego Aracena al hotel y al otro día bien temprano a hacer vuelos en Alto Hospicio. Para iniciar al día siguiente un campeonato desde Cabo Patillos, distante70 Km. Al sur de Iquique. Demás está decir que casi todos, llegaron desde Patillos a Iquique, puesto que son veteranos y además montados en esas hermosuras de alas. Así fue que acumularon puntos, según su velocidad en cubrir la distancia.

Y llegó el último día, el día de la verdad, este día (en puntaje valía por tres). La prueba era también de distancia contra el tiempo, pero desde Paquica ubicada a 160 Km al Sur de Iquique. Para este vuelo se trasladaron por vía terrestre a Paquica, y desde allí despegaron Jerónimo y Cristián los primeros, luego vino una neblina y más tarde lo hicieron los demás. Así fué como Cristián, en un maratónico vuelo en 1 hora 20 minutos, estableció un nuevo record para la distancia, pero llegó hasta Punta Gruesa nomás, que es a sólo unos pocos Km antes de Iquique. Mientras que dos horas después lo hizo Jerónimo Lavanchy, quién si llegó hasta la meta. Al Juez de la prueba se le presentó una situación insólita: Por una parte era indiscutible la destreza demostrada por Cristián al establecer el record y por otro lado Jerónimo había sido el único que terminó en Iquique. De común acuerdo se dejó para otra oportunidad determinar quien era más capo. Los participantes, de diferentes opiniones y además ante una situación por demás imprevista decidieron lo que más acomoda al espíritu deportivo y de sana camaradería que nos anima y fué cambiarle el nombre al campeonato por el de
FLY INN IQUIQUE'2004..



Esta foto es de Iquique años' ha, donde un parapente "posterrizó"
Batuco: Vista aérea del despegue
Batuco: Vista aérea del aterrizaje.
     



3. MiS REFLEXIONES…16: AL QUE MADRUGA, DIOS LO AYUDA
El conocido refrán debería ser una inmutable ley para la privilegiada cofradía de los hombres pájaros que se deslizan raudamente por los cielos de Chile. Eso esperaban la mayoría de los esforzados, sufridos y aporreados aladeltistas del Centro de Vuelo Batuco, y se equivocaron medio a medio. Fue ayer nomás, el 15 de Febrero de 2004, cuando tipo 11 hs. me llama Claudio Ahumada: "¿Quieres volar, Basilio?" - vaya pregunta - "Te digo porque han arreglado el camino y está la papa para subir con tu auto"(viejo y chico como yo). El corazón me dió un salto: "Puchas, Claudio. Lo vendí y estoy a pata pela'" - Me tranquiliza con un: "No te preocupes, porque Alejandro Aspee me va a llevar a mi y juntos te pasamos a buscar a las 3. Estate listo con tu equipo, porque estamos apurados". (¿?)
Lleno de entusiasmo me dirijo al hangar o sea descuelgo el ala del alero donde fue relegada por mi mujer después del último arreglo de la casa. Es mi oportunidad de volar después de dos meses. A mi vez llamo a Leonardo Briceño quién últimamente le hace a los aviones, pero es mi ahijado en las alas delta y un entusiasta. "Allá nos vemos": me contesta. Como les decía, muy alegre y mientras me pasaba películas, con el vuelo que me esperaba, en un día como éste, pleno verano, pleno sol. Desempolvé mi ala, puse a cargar el variómetro, no sea que las batería esté descargada. Llené mi botellita de agua, por si me quedo botado lejos del aterrizaje. Revisé arnés, rodilleras, overol, gafas etc. Luego un medio-almuerzo como corresponde a un día de vuelo y saqué todo para la calle para que mis apurados compañeros no perdieran tiempo.
Llegaron a hora y allá íbamos. "¿A qué tanta chala, Alejandro¿" Le pregunto. "Es que hoy va a ir un montón de gente con ganas de volar y el despegue va a estar atochado". Efectivamente, apenas divisamos el cerro, en la cancha de despegue se veían brillar varias alas armadas. Era lógico: desde las lluvias del último invierno el camino de subida estuvo cortado y habíamos volado arto poco. Alejandro aceleró aún más. Le dijo: "Oye, baja el pié del acelerador que paso más susto de cuando vuelo, además tenemos tiempo de sobra, porque son apenas las tres y veinte, y el viento fuerte no nos deja despegar hasta las seis por lo menos. Yo no pienso hacerlo hasta las 7, porque con una hora y media de vuelo tengo bastante". Un rato después estábamos en la subida por un camino arreglado por la Minera Polpaico, estaban sacando piedra caliza del cerro. Comentamos que lo hacían en forma inquietante, porque habían unos monstruos de máquinas que ya tenían al cerro bastante descrestado por la parte de atrás. A este paso en dos años estaremos sin cerro. Somos co-propietarios del despegue, pero ¿Podremos defenderlo legalmente?
Llegados arriba y sorpresa: DON VIENTO estaba débil y cruzado. Lo mismo fueron despegando Hernán Cortés, Andrea Woerner, Jerónimo Lavanchy, Elmo San Martín etc. Pero el día estaba flojo y algunos se iban para abajo en vez de subir. Una vez que se despejó un poco el lugar, comencé a armar mi ala y "Tá' madre", las barbas de aluminio para armar mi ala no venían en la funda. Pensé "Que soy quemado, ¿cómo no revisé dentro de la funda, en casa?" Mis amigos, los pocos que aún no volaban, se acercaron. Todos saben lo calientes que somos en estas circunstancias y empezaron a armar un puzle: "Llévate mi camioneta", ofrece Oscar Pérez a Leo para que me baje " y abajo se la pasas a Cristián Cid que va a subir con su alumno". Abajo, Leonardo me llevó en su auto a mi casa en Lampa, a buscar mis barbas. Ya de vuelta, vimos a todas las alas aterrizadas y las caras largas decían que los vuelos habían tenido gusto a poco, por falta de viento, totalmente inusual e impensado para esta época. Rápidamente y atendiendo a mis urgencias, un poderoso 4 x 4 subió con los desilusionados pilotos a bajar sus autos que habían quedado en el despegue y allá fui yo también, apretando fuertemente mis barbas , no sea que ahora se me quedaran abajo. Armé mi ala y todos me ayudaron a despegar. El viento ahora sí estaba de frente y fuerte, volé hora y media, tenía todo el cerro para mí sólo, sin la preocupación de estar vigilando donde está volando cada uno de los otros, para no chocar como aquella vez... Hice cuanta variante permite un vuelo sin turbulencias, desplazándome a gran distancia rozando las copas de los espinos, tomé altura de nuevo y realicé cuantas piruetas me permitían hacer gala de destreza, para finalmente hacer un buen aterrizaje a unos metros de mis desconsolados compañeros, que estaban a punto de morirse de un violento ataque de envidia.
No, mentira: Ellos saben que nuestro deporte es el más sufrido de todos. De repente tanta ansiedad, tantas ilusiones se vienen abajo porque si no hay nada de viento, no puedes despegar porque te caes en la ladera. Si en cambio te encuentras con un ventaval hay que espera a que baje y si te dá la noche.... y también ocurre que a veces comienza mal, pero se arregla de repente, como en este caso
Así pués, me felicitaron por tan buena cueva y compartieron mi alegría. Por mi parte este vuelo me acompañará por mucho tiempo y estaré agradecido de Dios por haber sido la excepción a la regla que dice: al que madruga, dios lo ayuda.


Juan Carlos Sandoval, despegando

Se vé lindo ¿verdad?

Mis experiencias…55 REFRANEANDO
A la hora de aprender, cada cual tiene su refrán como: “La letra con sangre entra” para los colegiales, “echando a perder se aprende”, para los albañiles y maestros. En cambio a los aladeltistas, ninguno de esos refranes nos viene. Entonces, intentemos suplir esta carencia, por ejemplo con “ Hematomas y contusiones, te darán las instrucciones”, porque quien más quien menos, podemos lucir una buena cantidad de cicatrices en pos de un aprendizaje que se enriquece con cada vuelo.. En alas delta, para aprender, nada mejor que arriesgar y así se escribe la historia a veces trágica donde el refrán sería “De valientes está lleno el cementerio”. Felizmente la mayoría se da cuenta a tiempo hasta donde puede arriesgar. En este caso el refrán sería:” Los sustos y los porrazos te darán el campanazo”.
Un ejemplo de estos “campanazos” son los vuelos remolcados. Así fue como en Chile sabíamos por las revistas especializadas que los aladeltistas extranjeros nos llevaban la delantera en vuelos remolcados: ya sea por una camioneta, por un avión ultraliviano o mediante un huinche estacionario; y por los mismos medios sabíamos también que eran muchos los muertos, ya sea que se les enredó el cable-remolque, porque se “clavaron” en el suelo o porque los pilló un stall en la salida. Esto porque es muy distinto despegar desde el suelo a hacerlo desde una ladera o una cumbre donde “La velocidad y la altura, conservan la dentadura”. Así es como los chilenos, a quienes nos gusta estar en la punta y sabemos que “Camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, inmediatamente construimos diversos artefactos y ensayamos con ellos hasta escuchar “el campanazo”. Afortunadamente estos vuelos fueron dejados de lado “antes que…”.
No iba a ser yo la excepción y te cuento que corría el año 1990 cuando en “Águilas Blancas” teníamos una Escuadrilla de Alas Delta y Ultralivianos. Bueno, tanto como escuadrilla no era: sólo un par de milenarias alas de instrucción y un avioncito, bajo la
Dirección del Brigadier Máximo Ormazábal, pero la misma nos alcanzó para un curso de alas delta, uno de primeros auxilios, exposiciones, charlas, estar presentes en FIDAE, en algunos campeonatos y sobre todo mucha camaradería y reuniones donde devorábamos de un cuanto había en el Casino. Y es así como se nos dio por el vuelo remolcado. Al domingo siguiente hicimos los primero vuelos remolcados por una camioneta. Me elevaron por dos veces a unos 70 mts. . Me siguió el socio “Jano” Frutos, pero no llegó muy lejos porque olvidó colgarse del ala y cuando el cable lo tironeó y él corría para despegar, lo hizo solamente colgado de las manos. Gritó: “paren, paren” – y más desesperado - se soltó, lanzando un garabato. El tremendo guatacazo le basto para “nunca más”. En cambio a mí, los dos vuelos anteriores me habían dado para un “360” y enfrentar el viento. Necesitaba más cordel y el “Toño” Arias compró (vaquita mediante) 600 mts., mientras nuestro Brigadier se consiguió en la FACH una radio tan vieja que se había olvidado de funcionar. Yo por mi parte, tuve la suerte de dar con un descuelgue rápido el cual accionaba con sólo un manotazo... Con estos elementos y el gustito que da la aventura, nos fuimos a la Base Aérea El Bosque y después que el “Pato” Núñez terminó con la instrucción, todo el curso nos desplazamos a la esquina de un potrero grande, donde el pasto que estaba demasiado alto, y la camioneta (sin radio) demasiado lejos para mi gusto, me enfriaron el ánimo. Pero allí estábamos para volar. Me amarraron al cordel y le bajaron una bandera a la camioneta para que partiera y luego de 10 segundos la revolearon para que parara, porque a mí se me enredaron los pies en el pasto y en la arrastrada “me eché” los dos tubos del trapecio de mi Saphyr. Nadie se opuso a que tomara entonces el ala de instrucción. Pero esta vez, la camioneta que había tenido también sus problemas con el pasto, se ubicó por el costado de la pista de despegue de los aviones en dirección al Sur, mientras que yo lo hacía en diagonal para enfrentar el viento SO. Esta vez iba bien hasta alcanzar los 80 mts. de altura, cuando un tironcito de abajo me advirtió que el cordel corría a ras del suelo enganchado en una baliza de la pista y pronto me iba a “chupar” para abajo. Instintivamente le di al descuelgue su manotazo y mientras planeaba, le tomé el peso a lo que estaba haciendo y de la que me había salvado...
No obstante me esperaba lo peor. El viento estaba levemente cruzado. La concurrencia quería algo más. Alguien tuvo la mala idea: ¿Por qué no corres a lo largo de la pista, Basilio?. A mí me temblaban aún las piernas, pero no iba a flojear yo, el veterano. Como cordero me engancharon al fatídico cordel, levanté el ala, apreté los cachetes, di la señal, bajó la bandera. Hasta los 25 mts de altura iba bien, pero la Alondra comenzó a derrapar para un costado y a inclinar la nariz como volantín. Eché todo el peso a un costado, no fue suficiente y nos fuimos para abajo a una velocidad impresionante, el viento silbaba en los cables . A sólo 5 mts del suelo el ala se infló, se puso contra el viento y nos elevamos a 80 mts.. Entonces escuché clarito “el campanazo”, aterricé, me descolgué y les dije: “el vuelo remolcado es bueno sólo para matarse.
Y para terminar refraneando: “Piloto que se arrepiente, sirve para el próximo vuelo”.

ALADELTISMO CHILENO 2003

1. Campeonato Rancagua 2003.
2. Campeonato Iquique 2003.
3. Campeonato Mundial Brasilia 2003.
4. Mis relatos: …15: Nunca Más, Nunca Más.

CAMPEONATO IQUIQUE 2003
   Organizado por Sergio Rivillos, se realizó en los primeros dias de noviembre.
Participaron,además de Sergio, Jorge Toro, Elmo San Martín, Cristian Cid, Fernando Estay, José y Aberto Vargas, Jerónimo Lavancy, Max Espiess, German Romero y otros..
Viajaron en LAN, enviaron las alas en un camión y huvieron dos camionetas para los rescates.
El primer día se voló en entre balizas con despegue en Alto Hospicio. los restantes desde Cabo Patillos a Iquique con aterrizaje en Playa Brava.
El mejor puntaje lo obtuvo Cristián .
Se alojaron en Hotel Granaderos frente a Playa Cavancha y la entrega de premios fué en Restaurant La Curicana. Algunos días el  tiempo estuvo regular , lo mínimo para que se cumplieron los objetivos.-

Cristian Cid


3. CAMPEONATO MUNDIAL BRASILIA'2003
Los chilenos Germán Romero, Cristián Cid, Alberto y José Vargas, presenciaron este campeonato. Incluso los dos primeros arrendaron dos alas (sin antena) y volaron dos días fuera de campeonato. Germán me contó cómo fue:
En la capital de Brasil, participaron 160 pilotos de elite. La modalidad fue en cross country contra el tiempo, en triángulos, con distancias de 110 a 160 Km de vuelo. El tiempo estuvo bueno. No huvieron accidentes, eso que despegaban los 160 ¡en media hora!.. Habían tres rampas, el juez tenía simplemente una paleta rojo-verde con una pequeña veleta amarrada al mango. Salían uno detrás de otro. El viento era de unos 20 Km/hora en el despegue. Era una depresión que se abría en el terreno y se formaba un valle allá abajo a 400 mts de profundidad. La vegetación, era una sabana, se veía como el despegue de Rancagua. Y mirando para arriba, tantas alas volando juntas que daba miedo. Y si eso era un espectáculo, más lo eran los aterrizajes: había que pasar sobre un lago y meterse a la Ciudad, en medio de ella había un parque con una franja sin obstáculos adonde llegaban de hasta 8 alas en picado, rodillas tocando la barra de control, a máxima velocidad, hasta el gol. Soltaban pequeños paracaídas de frenado y listo. A correrse inmediatamente a los estacionamientos antes que te cayera uno encima.

German Romero en su mosquito, de izq.rené farías, Leonardo Briceño, Jerónimo Lavanchy, Elmo San Martín


MIS RELATOS…15. NUNCA MÁS, NUNCA MAS
Declinaba una calurosa tarde de fines de 2003 con los impresionantes reflejos del sol sobre las multicolores alas delta estacionadas junto a nuestro hangar del Club Batuco y por fin bajaba también el viento, delatado por la copuchenta veleta. Después de tan movidos vuelos, y de aguantar los cacheteos que nos propinó un viento de genio atravesado, compartía con mis compañeros del Club Batuco las experiencias del día (digamos mejor los sustos del día, porque ya en el despegue había agotado mi depósito de adrenalina, que es bastante grande), las anécdotas, las tallas, las risas, ocurrencias, y también una cerveza, una fruta y cosas así.
Luego, mientras estaba desarmando mi ala delta, aterrizó Jerónimo Lavanchy con su ala-motor. Como todos los demás, me acerqué al grupo y rodeamos a Jerónimo para que nos contara de su vuelo, ya que para mí y para algunos otros era una novedad. Averigüé y admiré a un motor Mosquito de 125 cc y 15 HP, que va adosado al mismo arnés como mochila. La hélice va montada detrás del ala y unos patines mantienen el arnés levantado. Un bidón de 5 litros de bencina colgado en la parte alta del trapecio completa el equipo que en total pesa 27 Kg.. Ingenioso ¿no?. Imagínate, vuelas lo mismo que antes, colgado de una piola (en mi caso, dos sogas para 600 Kg. Y dos mosquetones para 3.000 Kg. Por si acaso), el aire te da en la cara y la sensación de hombre-pájaro no se pierde porque vuelas acostado boca abajo, con las manos sobre la barra de control, que es la salsa. Eso es lo rico de volar en alas delta. Jerónimo nos dijo que él y Elmo San Martín habían llegado temprano con sus flamantes equipos, los armaron y esperaron a que llegara algo de viento para así despegar. El viento llegó desfavorablemente, estaba muy arrachado y cruzado. Pero Elmo que es mandado a hacer para meterse en problemas, igualmente se metió dentro del arnés, chequeó cordeles, su cuelgue. Luego pescó con los dientes el acelerador (es sólo con los dientes durante el despegue), tiró la piolita (del arranque) y luego de calentar, apretó fuertemente los dientes y echó a correr como una liebre. Cuando las patitas ya no le daban más por la fuerte aceleración y tenía que pasar a dar saltos de canguro, pasó otra cosa. El viento lo chicoteó por el costado. Lo desestabilizó y Elmo prefirió abortar el despegue, frenando la carrera con los pies. Entonces decidieron que había que esperar a DON VIENTO, a que se calmara un poco y más tarde salieron con rumbo a la cuesta La Dormida. El combustible da para dos horas, a 40 Km por hora velocidad crucero. La distancia daba con lo justo. Jerónimo continuó”: Llegué a la Cuesta, hice un 180 y me devolvía cuando vi como a Elmo el viento cruzado del Este le dio un empujoncito más y lo tiró al otro lado. Además lo tomó el rotor y se fue para abajo. Seguramente estimó más prudente ir a aterrizar a Olmué para cargar bencina”. Efectivamente Elmo avisó por radio que hecho lo anterior, volvía para Batuco. Yo continué desarmando mi ala, mientras me imaginaba lo que sería tener un juguetito como ese. Podría conocer todo Chile desde el aire, volar todo el año, salir casi desde la puerta de mi casa. ¡Que maravilla!. De repente mis amigos habían parado el chacoteo y un pesado silencio me hizo aterrizar. Elmo no llegaba. Todos paramos la oreja, pero nada. Nos cayó la noche encima y empezamos a temer cosas trágicas, porque conocíamos el terreno y las opciones eran llegar o... llegar. Yo me acordé que tengo la manía de ir siempre mirando el paisaje estudiándolo: de allá podría despegar, aquí podría aterrizar y así por ejemplo, de los terrenos circundantes a Batuco. Dado que vivo en Lampa que es al lado, los tengo todos estudiados. Cuando salgo con mi mujer a las chacras de los alrededores a comprar verduras, pido permiso para ver la plantación de lechugas, y en mi libreta hago un croquis con la ubicación y aproximación a un posible lechugódromo y así tengo cebollódromos, repollódromos, etc. desde Lampa hasta Chicauma.
Desgraciadamente, en el camino de regreso de Elmo desde Til Til a Batuco, hay puros tunales, olivares, nogales, higueras, almendrales y peñascos, a los cuales el sufijo “dromo” francamente ...no les viene.
Al fin alguien gritó “Ahí viene” y corrimos a ubicar los autos para iluminar la cancha. Fue un buen aterrizaje, con muchos gritos, y Elmo repetía y repetía “Nunca más, nunca más compadres. Nunca más volveré a pasar por lo mismo”. Había llegado con el olor de la bencina.
“Cuando salí de Olmué eran las seis y media. El viento estaba suave abajo, sin embargo me costó muchísimo remontar la cuesta. Ustedes saben, pasadito las líneas de alta tensión hay como un portezuelo y por allí me colé. Arriba los cerros estaban asoleados, pero abajo era una boca de lobo. Ni hablar de aterrizar ¿dónde?, prefería Batuco donde conozco el terreno. De pronto no veía ni la carretera. Yo iba por encima, a la altura del cordón de la costa que se recortaba bien, a tres cuartos de acelerador, por la bencina. Las manos me dolían de tanto apretar la barra, y cosas más chicas de tanto fruncirlas. Me la jugué derechito a una luz que brillaba delante. Luego me orientaron las luces de Polpaico y finalmente las de acá. Que salvada”.

Lugar: Batuco. Pilotos: René Farías, Leonardo Briceño, Jerónimo Lavancy, Elmo San Martín y echado Germán Romero con su ala Láminar con motor Mosquito.

ALADELTISMO CHILENO 2002

1. Campeonato Rancagua 2002.
2. Campeonato Iquique 2002.
3. Mis reflexiones…13: Ningún Comedido.
4. Festival Navideño Batuco 2002.
5. Mis reflexiones…14: De nombres y sobrenombres.




3. NINGUN COMEDIDO
Los aladeltistas chilenos seguramente tenemos fama en el extranjero, de amables, acogedores, comedidos y todos los sinónimos relacionados con el tema. Como prueba, hay una buena cantidad de ellos, que vinieron por un campeonato y volvieron a los siguientes; los que vuelven por temporadas; los que, además, tienen acá a sus amigos, sus ultralivianos, trikes y alas delta, con hangar y todo. Hay quienes se quedaron para siempre. Y también están los de paso. Siempre han sido espléndidamente atendidos y para muestra…
A invitación del Sr. Francisco Díaz, parapentista de Antofagasta, se realizó entre el 20 y el 27 de Enero, el CAMPEONATO, ANTOFAGASTA’2002.
Estaba programado como una exhibición y campeonatos de alas delta y parapentes en los mismos lugares, pero por separado. Por las alas delta participaron los siguientes pilotos de Santiago: Sergio Rivillos, Alejandro Aspee, Germán Romero, José Vargas, Claudio Ahumada, Cristián Cid, Max Stabb, y Oscar Pérez. Este último era dueño de un minibús con el que se trasladarían e invitó, a dos pilotos suecos Peter y Sackson que estaban de paso.
- “Buena, Oscar, así se atiende a las visitas”- le dije.
- “No creas –me contestó – De arrepentidos o mejor, de comedidos está el cielo lleno”. Y pasó a relatarme:
“El primer día fue de exhibición en la misma ciudad. Debido a que el lugar era bueno para los parapentes, pero estrecho para las alas delta, volaron 2 o 3 nomás porque había mucha gente en el aterrizaje.
El 2º día, los aladeltistas nos trasladamos en mi minibús hasta el despegue ubicado EN EL Cerro La Mira, a 15 Km. al Norte de la Ciudad de Antofagasta donde se dispuso un cross-country con dirección al norte por otros 40 Km. hasta el aterrizaje en La Muela, frente a una playa. Los Suecos, entendieron mal, ya que hablaban muy poco, pero volaban muy mucho”. Tan es así que fueron y en vez de aterrizar en la susodicha playa, dieron la vuelta y aterrizaron frente al despegue, o sea que en vez de 40 volaron 80 Km.!!! y por supuesto se dispusieron al agasajo y el cototo premio de $ 250.000. Nadie se atrevió a abrir la boca, sino para deshacerse en alabanzas y felicitaciones; menos el que habiendo llegado primero a la meta tenía el mejor tiempo y además un cuello de este porte, porque de esta forma se le fueron de las manos agasajo y premio. Murió pollo, Cristián, contra su costumbre de ser el primero y además chileno que en estos casos es mucho decir.
Para el 3º y 4º días se programó un circuito Despegue-pilón 1-vuelta al despegue y pilón 2, vuelta al despegue, por dos veces. Distancia entre pilones unos 15Km. Finalmente se aterrizaban en el llamado gol. Puntaje por menor tiempo hasta el gol.
Y continuemos con las palabras de Oscar:” "El último día despegué primero, hice un excelente vuelo, habían nubes bajas y uno de repente quedaba medio envuelto por ellas. Era muy rico y pensé –la tengo, esta vez se las gano a los gringos- Ni imaginé que mi vuelo terminaría en la posta. Ya en la recta final aproximándome al gol, con la barra de control pegada a las rodillas para darle mayor velocidad (recordemos que era contra el tiempo) y con fuerte viento de cola. Se me produjo infortunadamente una distorsión visual de la distancia al piso. De repente me encontré muy bajo e intenté girar para meter el ala contra el viento, maniobra que no pude completar por estar ya chocando contra el suelo: Se rompieron varios tubos del ala. Uno de ellos, me hizo un profundo corte en el bíceps derecho y otro se me clavó en la pierna izquierda".- Y me mostró una costura de unos 8 cm.- "Me llevaron de urgencia a la posta. Para lo que fue el choque, la saqué barata, porque no se cortó ninguna arteria y sangré muy poco".
"¿Y los suecos"?, pregunté. - "Los suecos no sólo fueron rápidos para volar, ( sacaron el 1º y 2º premio, 3° Cristián, 4° Germán, 5° Yo). Se llevaron todos los premios; también lo fueron para los negocios: allí nomás le vendieron un ala a Elmo y también para enamorar: en los pocos días que estuvimos allá, Sackson enamoró a una antofagastina y se la llevó para el Perú”.
-¿Conclusión? - Se confirmó una vez más el refrán: Ningún comedido la saca barata.

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CLAUDIO AHUMADA (FACEBOOK)

4. FESTIVAL NAVIDEÑO BATUCO'2002
El 25 de Diciembre de 2.002, desde muy temprano hubo un desusado movimiento de gran parte de la población de Batuco, la cual se movilizó en vehículos, entre ellos un bus de nuestro compañero Jaime Didier, que hicieron varios viajes desde el pueblo hasta el Cerro Las Canteras, sede del Club Inmobiliaria Batuco S.A., donde los dueños de casa, intentaban organizar y poner orden entre los aproximadamente cuatrocientos niños de los colegios y de la comunidad en general, ávidos de aventura . Durante la mañana el Cuerpo de Bomberos de Batuco, hizo un simulacro de rescate y atención a un accidentado. Además hubo un show de mimos y payasos organizado por Carola Rivillos, hija de un aladeltista. Se entregaron premios a los mejores alumnos. Se repartieron golosinas y refrescos.
Después de medio día comenzó a soplar el viento, y los Aviadores hicieron sus "monerías" en el aire y se esmeraron en hacer aterrizajes aceptables, ante las miradas de los críticos que nunca faltan y del público que celebra como parte del espectáculo los porrazos y los crash de las alas contra el suelo. Las Tías de los colegios intentaban mantener a los niños detrás de la raya de seguridad, pero éstos, apenas los pies del piloto estaban tocando tierra partían en estampida a admirar al piloto y a su equipo de vuelo en medio de una polvareda y luego, cuando se acercaba otro, habían que despejar el lugar "arriándolos" para el costado. Así se lo pasaron gran parte de la tarde hasta que llegó el momento culminante en que descendió el tan esperado viejo pascuero (en esta ocasión Germán Romero) quién embutido en tan incòmodo traje, desde el aire transmitìa : "Jo! Jo! jo!  Pascua Feliz paras todos", por los parlantes,  un poco nervioso porque los chiquillos no "abrìan calle", logrado esto, hizo un perfecto aterrizaje sobre sus pies y sin bajar el ala continuó trotando un buen trecho, seguido por el tropel de niños. El pascuero se dispuso al tradicional reparto, las tías alinearon a los niños y un rato más éstos correteaban con sus máscaras, muñecas, pelotas, y pequeños juguetes.
Uno de los organizadores, Claudio Ahumada, nos dijo que "jamás olvidaremos esas caras de felicidad". Los demás dueños de casa, con idénticas caras reiteramos la invitación para el año próximo.

JOSE VARGAS...cómo creció
José "en su salsa", la cancha de instrucción


5. REFLEXIONES…14. DE NOMBRES Y SOBRENOMBRES
Vez pasada nos quedamos sin volar . -¿cómo así?- . Resulta que como es habitual nos juntamos tipo 3 de la tarde, en Batuco y subimos al despegue por un camino bastante malo, pero nos permite llegar con camioneta al despegue ubicado 280 mts de altura. Entonces miramos la veleta y como estaba "a plomo" , nos pusimos a armar despaciosamente nuestras alas delta. En eso llega "El PTT", con su ala tandem y una hermosa chiquilla para hacerle el vuelo de bautismo. Ella, muy simpática y de agradable conversaci6n, se sentó sobre la rampa de despegue y uno a uno, nos fuimos integrando a la conversación, sentados en hilerita y con los pies colgando, al aguaite del viento, porque sabemos que si no tenemos un viento en contra de unos 5 Km./hora en el de despegue , no podemos salir, so pena de irse de urgencia para la posta.
De repente ella observó: "¿ Ustedes no tienen nombres?. Lo digo porque se llaman con puros apodos”. Entonces le explicamos a los aladeltistas nos dicen hombres-pájaro s y nos gusta, y también nos encantan los apodos. "Tan es así, - dijo Rivillos - que a mí me conocen más por El Pecas que por Sergio. Y así lo mismo con "El Pato" (Nuñez) , "El Nani" (Estay) , "El Pimpo" y "El Oso" ( Hnos. Tanenn) , "El Gigi" (Valenzuela) , "El Nacho" (Garcia) , "El Seba" (Diaz) , "El Coke" (Bozzo) , "El Gringo" (Erick) , "El Jano" (Frutos) , "El Charli", (Claussen), "El Nico" (Rosemberg, "El Jote"( Perez ), "El Peyuco" (Valdés), "El Pato"(Fabres), "El Patán" Rodríguez, "El Pato" (Sancha)" "El Gato Félix" (Félix Suzaeta)".
"Pero - tercié yo - hay otros sobrenombres con historia, con anécdotas risueñas a veces y otras realmente dramáticas, y en ese orden te las voy a ir tirando" .
"El Perro" ( Olivares ) . Antes era Augusto, hasta el día en que le preguntaron:¨"¿Cómo hiciste para pillar esa térmica?" . Y él respondió: "Pues la olfatié". Desde entonces es "El Perro" y nada más; aunque bien podría ser "El Ratón" Olivares, porque en esos años no había quién le ganara a ratonear pegado al cerro y lograba mantenerse arriba más que nosotros. En cambio
"El siete lucas ", debe su apodo a su habilidad para los cálculos matemáticos. Hace muchos años, en su época de estudiante, compartíamos un asado un grupo de hombres pájaros, hablando de alas por supuesto y cuando a Alejandro Aspee le preguntaron como se las arreglaba con la escasa mensualidad que le enviaban sus padres, respondió: "A mi me mandan tanto, gasto en pensión tanto, en locomoción tanto, en colaciones y fotocopias tanto y me sobran para volar exactamente siete lucas ($ 7.000)".
Y luego habló Germán y contó lo de
"el PTT" (Vargas): "Fue en el último campeonato de Iquique, donde tratábamos de emular el vuelo-récord de distancia de 205 Km que ostenta "El Gringo" Erick. Nos fuimos a Pachica, lugar de despegue, cuatro aladeltistas en una camioneta con chofer. Éramos: José Vargas, Cristián Cid, Jerónimo Lavanchy y Yo. Ya en el despegue de Pachica, y Cristián Cid en vuelo, José (que es tan tinterillo e inquieto) , tomó la radio y se comunicó con Cristián. Entonces yo - continuó Germán - para cortar tanta cháchara y despejar la frecuencia, le grité a José que usara sólo el PTT. "Éste siguió tansmitiendo "sólo el PTT, sólo el PTT". O sea que no entendió. La risotada general y las pullas han cambiado el nombre a José que en adelante fue "El PTT". Y luego seguí con:
"El Acuamán": Pocos aladeltistas han caído al mar, es una experiencia terrible la de estar anclado al ala sin poder desamarrarse. Son toneladas de agua las que caen sobre la tela en cada oleada. Estos accidentes no han sido en Chile fatales, por poco y porque fueron a la orillita nomás, pero lo de Leonardo Briceño fue dramático y nos dijo después que "en cada oleada, yo cerraba la boca para no tragar agua y sólo aspiraba una bocanada de aire cuando podía". Al final se desmayó -y prosiguió "El Pato" Núñez -" Luego de 15 minutos de ir y venir con las olas, un pescador nos pasó una cuchilla con la que corté la soga del cuelgue y llegamos con él a la playa" . Estaba morado, pero pronto reaccionó, fue en Cachagua, por el 90. Alguien contó lo del
"El Bengala". Fue hace unos 10 años, en un campeonato en Iquique y muchos han olvidado su nombre; pero no la experiencia que dió origen al sobrenombre, ni éste. Fue durante la prueba, que Arturo Vergara hizo un aterrizaje de emergencia sobre el acantilado, con su parapente y se comunicó por radio con el Director del campeonato que era Alfonso Soto.. Éste ante el riesgo que significaba un despegue sin ayuda con el fuerte viento o con la otra opción, que era bajar por la fuerte pendiente, optó por ordenarle que se quedara donde estaba y esperara un rescate. Felizmente un helicóptero fue a buscarlo y estaba anocheciendo. La operación de búsqueda se facilitó porque Arturo (en adelante "El Bengala"), encendió unas que los orientaron. Como estas bengalas no las había visto nadie, era una novedad, chiquita, del porte de un lápiz.
Luego la chica, que ya me tuteaba, me dijo: "¿Tu no tienes sobrenombre, Basi?".
Entonces le confesé que hacía unos 10 años Jaime me apodó varias veces "Cóndorman", que me gustaba arto, pero desgraciadamente no prosperó y me tuve que conformar con "El Pelao", nomás.
Y finalmente como el viento no llegó, desarmamos las alas y todos pa' la casa.

ALADELTISMO CHILENO 2001

 
  1. Campeonato Alas Delta Rancagua 2001´
  2. Mis experiencias…54: El Vuelo del Milenio.
  3. .Mis reflexiones:..12: De aterrizajes y aterrorizajes.
  4. Campeonato Nacional Iquique 2001.
¿Qué no?, Bueno acá van los detalles: otro día se hizo una triangulación con despegue en Las Vizcachas al Norte Cerro Tres Puntas, vuelta al Sur hasta Cerro Blanco y aterrizaje en Las Vizcachas.
El último día fue hasta Batuco, donde hicieron gol: Cristian Cid, Germán Romero y Max Spiess. Por puntaje general ganó Germán Romero.-


Antes del vuelo

Despues del vuel

2. MIS EXPERIENCIAS…54: EL VUELO DEL MILENIO
El 20 de Marzo de 2001 pasado llegué a las 7 de la mañana con mi ala delta Saphyr y acompañado por los Hnos. Gimenez, quienes me ayudaron en las maniobras de despegue que debía ser exactamente a las 7:53, justamente 2 minutos antes que comenzara el III Milenio o sea que el sol comenzara el periplo 2001 desde la coordenada cero. Como es habitual lo primero que hice fue ir a mirar la veleta instalada allí. Lo que ví, no me gustó para nada. Indicaba una brisa marcadamente puelche (viento que corre desde la cumbre hacia el valle). Yo venía preparado para un despegue complicado, porque esperaba encontrar viento cero, por la hora y además confiaba en que el naciente sol calentaría un pichintún la ladera, con esto el aire se calentaría un poquitito y estaría subiendo lentamente por la ladera facilitándome el despegue. Por el contrario, el sol amaneció tapado por nubes bajas y este viento puelche venía a hechar por tierra, las pocas posibilidades de despegar. Yo nunca me había atrevido a hacerlo con cero viento, mucho menos con puelche. Por un momento dudé si valía la pena aporrearse o no., pero consideré que si me había ilusionado por 18 meses y además lo había anunciado tanto, tenía nomás que hacerlo, en fin "por la boca muere el pez". Entonces comencé a armar mi ala con la esperanza de que mi compañero Oscar Pérez llegara para hacerlo juntos. Al final lo que sí llegó fue la hora de empezar a correr por la rampa de despegue y a mi me temblaban las piernas. No era para matarse, a veces hemos despegado con poco viento y como el ala no se infla, hemos caído en la ladera y generalmente no ha pasado de un ramillazo, una contusión, a lo más alguna quebradura. Apreté dientes y cachetes, bajé la nariz del ala y salí corriendo por la rampa a lo que daban mis piernas, cuando se me acabó la rampa, el impulso me alejó algo y en la caída me mantuve rozando la ladera por unos quince metros, hasta sobrepasar los 35 Km. por hora necesarios para tener control sobre el ala y sacarla para afuera. Luego fue un corto vuelo de 4 minutos de gritar, gritar y cuando hube aterrizado, se me escapaba una risita nerviosa ¿porqué sería?. Cuando se me fue pasando el susto y me tranquilicé, pensé que lo más difícil de todo había sido madrugar y no valía la pena ni contarlo. Pero esto lo había planeado por mucho tiempo y como el mérito de haberlo logrado al fin, no es mío sino de un amigo, Dn. Sergio Barriga Kreft, quien siempre me ha alentado en mis vuelos (azuzado en éste) y como tuve que luchar, además, contra viento y marea para llegar al final a tiempo con mi humanidad temblequeando a la rampa de despegue, te lo voy a contar, querido lector, así que ármate de paciencia y vamos con el relato. La idea de comenzar el III Milenio volando un ala delta es arriesgada, pero no alocada, puesto que lo hice ¿no?. A mí se me metió entre ceja y ceja a mediados del 99. Sería repetir mi despegue nocturno del 31/12/1993, sólo que no habría luna y además que en aquella ocasión hubo un viento suave. Como me parecía una deslealtad para con mis compañeros hacerlo solo, y además por seguridad, nadie mejor que nosotros para recoger los restos si alguno no pudiera con el despegue y se accidentara ( yo por ejemplo). Así por propia modestia, me decidí a compartir la gloria y los invité mientras hacíamos brasas debajo de la parrilla en nuestro Club a participar o a presenciar de un vuelo atrevido y excepcional, despegando a las 23:58 hs del día 31/12/99. Como que nadie se entusiasmó, unos porque consideraban que el 31 de Diciembre era para estar con la familia, padres etc. Otros que lo voy a pensar y que después te llamo. Yo insistía en vender mi pomada, sabía que me la podía. Pero la verdad un vuelo a esa hora, sin luna y con viento cero no era para convencer a nadie. No me fue mejor con mis hijos quienes con un movimiento de cabeza de derecha a izquierda, daban a entender que pobre viejo, está rayado y ponían la nariz como si estuvieran entrando a los baños del estadio. Mi mujer, por su lado, fue terminante: "Yo me voy donde mi mamá y si quieres matarte vas a tener que hacerlo solo". Ante tanta desaprobación tuve que agachar la cabeza y allí estaba mi cara de pescado en Temuco el 31 a la noche, mientras mi mente en Batuco hacía de las suyas. Días después me llamó Don Sergio "¿Y Don Basi, lo hizo o no?". Después de contarle mi desventura, me consoló: "Bueno, fíjese que aún está a tiempo, porque el milenio realmente recién va a comenzar el 31/12/2000". Le agradecí su atención asegurándole que este año lo haría de todas maneras. Pero el destino iba a poner muchas piedritas en el camino y el 16 de Julio, cuando íbamos llegando a Lampa donde vivimos, fuimos chocados frontalmente por un borracho que pretendía manejar una inmensa camioneta Chevrolet y mi mujer quedó hasta el día de hoy inválida. No obstante y muy discretamente me fui preparando. Hablé con un incondicional, mi amigo y compañero Alfonso Saavedra que con toda su familia me iban a acompañar como lo hicieron antes el 31/12/93, para el vuelo del año nuevo, con lo cual esa parte del proyecto quedaba asegurada y además hablé con mi hijo Roberto (de los más chicos), quien hacía andinismo desde los 14 y ahora era un fornido pailón de 18 a quién, para comprometerlo (iluso de mí) a ser de la partida, le pasé un Manual de Primero Auxilios de la ACHS y le dije: "Te nombro Jefe de Rescate" y las indicaciones para que buscara a otras dos personas y las entrenara. Por mi parte, traté de ponerme en onda, porque llevaba tiempo sin volar con eso del accidente. Llegado el momento hablé con mis hijos mayores invitándolos a esperar el Año Nuevo en mi casa haciéndole compañía a mi esposa inválida. Aquí estuvo el problema, me enrostraron mi falta de responsabilidad para con ella y me hicieron un prolijo lavado de cabeza, hasta reducirme a una porquería, un campeón del egoísmo. Por segunda vez morí en la rueda, nomás. Pero fíjate que Dios aprieta pero no ahoga, y así fue como en Enero pasado me vuelve a llamar Don Sergio y me espuelea: "Ya, déjese de lamentarse y cómprese El Mercurio del 30/12/2000 y después me cuenta. Verá que aún tiene una oportunidad más". Era verdad, hay 15 maneras de interpretar cuando comienzan el siglo y el milenio y la última dice que astronómicamente comienzan el 20 de Marzo de 2001 a loas 7:55 hs. Entonces renacieron mis esperanzas. Era mi última oportunidad, ahora... o esperar 1.000 años y me puse a entrenar como contratado, porque aunque sería de día, lo mismo era un despegue difícil con viento cero. Nuevamente hablé con mis compañeros, porque quería hacerlo en grupo y solamente Oscar se comprometió. Éste, posteriormente se excusó diciéndome que esa noche se había desvelado y consideró imprudente volar trasnochado. Así pues, querido amigo, estoy muy feliz por haberlo logrado, pero con un sabor amargo por haberlo hecho solo. Tal vez en 1000 años más... quién te dice.
Leonardo "Acuaman" con mi hijo Robertito

"7 lucas",Acuamán, Pato Núnez y otros

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MIS REFLEXIONES...12: DE ATERRIZAJES Y ATERRORIZAJES
El 28 de mayo de 2001 describí uno de mis sueños y las reflexiones que siguen:
Veinte años atrás, soñaba frecuentemente con apacibles vuelos y lentos aterrizajes en despejapastizales donde ni un árbol u obstáculo se divisaban mirando a la redonda. Eran deliciosos sueños, donde noche a noche acudía a esos deltódromos creados por mi subconsciente.
En cambio ahora, mis sueños son puras pesadillas de viejo (pasé los 66 llevado a empujones por el tiempo). Porque se han ido acumulado dolores de todas clases. Mis destartalados huesos, inflamadas articulaciones, hinchadas encías, aplastados discos de mi columna, colesteroladas arterias, cansados ojos: todos duelen. Escapo de ellos cuando duermo, pero todos sabemos que los viejos duermen poco.
Entonces no es de extrañar que en mi sueño de anoche, buscara inútilmente donde aterrizar mientras el piso se acercaba inexorablemente. Desperté justo cuando mi ala se rompía contra un peñasco, o sea cuando mi cabeza casi estallaba de dolor. Mi mujer ( eterna competidora contra mi ala delta), despertó sobresaltada y preguntó: "¿Otra vez pesadillas?". y antes de que yo abriera la boca me advirtió: "No me cuentes nada hasta después del desayuno, porque trae mala suerte", ­y me dio la espalda.
Medio dormido aún, decidí continuar con el sueño, imaginando que habría ocurrido en la realidad: El ala derecha chocó con el peñasco flectándose y luego doblándose o quebrándose, pero amortiguando la caída. Dimos unas cuantas volteretas cayendo y la otra punta de ala se clavó entre las piedras doblándose. Yo, colgado al medio del ala me bandolié para todos lados y cuando el piso estaba ahí nomás, me hice un nudo con brazos y piernas. Cuando pasó la polvareda y después de chequear que no habían huesos rotos. Me preocupó que tanto destrozo me iba a costar unos cuantos cientos de dólares. Y lo que más lamentaba era el tiempo sin volar hasta que "El Pimpo" Tannenn me trajera los tubos desde Alemania.
Desvelado me puse a pensar que hubiera pasado en la realidad si en vez de mi ala hubiera sido un avión o un planeador y me dió un escalofrío. Es verdad que dentro de los deportes aéreos el aladeltismo es el menos peligroso al momento de aterrizar. Imagínense que nos puede ocurrir si aterrizamos sólo 35 Km/hora y como lo hacemos contra el viento, descontando la velocidad del mismo, apenas nos deslizamos sobre el terreno. Nosotros los aladeltistas podemos contar los aterrizajes más increíbles y para probarlo, nada mejor que algunos cuantos relatos:
En La Pirámide, una vez, estaban por despegar "El Gringo" Erik, "El Perro" Olivares, Jaime Didier, Cristián Cid y otros monstruos del aire. La Pirámide es una verdadera escuela, donde algunos días y en pleno verano se forman y desprenden unas pocas burbujas de aire caliente que rápidamente ascienden... y luego, nada más. El que no se vá en una de ellas, se vá a hacerle el quite a las lechugas que hay abajo, en las chacras. Entonces "El Gringo", que las olfatea mejor que "El Perro" (estamos hablando de las burbujas, no de las lechugas), se puso adelante como era habitual y apenas llegó la primera, se fue con ella. Apresuradamente salió detrás Roberto Ulate y se metió en la misma burbuja. Era un delirio mirar a esas dos alas girar y girar casi tocándose hasta perderse de vista por encima del Manquehue. Todo un arte, en que "El Gringo" daba clases. "El Perro" salió a la siga, y por aprovechar a lo máximo los restos de esa brisa térmica, lo pilló una ráfaga cuando hacía un giro muy pegado al cerro y crash. Fueron unos días de posta, nada más.
En la Pirámide, otra más: Este cerro todos los años se quema en el verano y cerca del despegue hay un alto eucaliptus medio quemado, color carbón. Esta vez "Tico" Meriz, hizo un 360ª, muy cerca del susodicho árbol, es decir lo inició, el viento le dió un empujoncito y "arborizaje" terminado. Estuvo unas 5 horas colgando de una rama hasta que los bomberos hicieran su trabajo.
En Batuco: Hay un frondoso pimiento junto a la cancha de aterrizaje. Por el 85 esa cancha era sumamente estrecha, pero no nos atrevíamos a cortarle ningún espino a Don Jorge, su propietario, porque no nos echara de ese lugar que era tan bueno para volar, y sólo de vez en cuando, sólo podábamos entre gallos y medianoche. Un día estaba volando a unos 500 metros de altura, cuando veo que dos alas coincidían en aterrizar al mismo tiempo. No me perdí detalle del tan alarmante episodio. Sucedió que una de ellas, la de Rodrigo, comenzó a quedarse más arriba en base a volar más despacio... hasta que llegó al tan temido stall, entonces, sin control, cayó sobre la copa del pimiento y allí quedó como mariposa. Felizmente el viento la apretaba hasta que pudieron asegurarla con amarras, descolgar al piloto y meterlo a la ducha. Rodrigo es ahora planeadorista. ¿Sería capaz de hacer lo mismo con su planeador y contarlo? Seguro que no.
Pero este es más increíble aún: Hace muchos años, en La Reina, durante un campeonato, a un piloto argentino: Mario Batich se le plegó su atlas en el aire, cayó haciendo giros desde unos 150 metros a una quebrada. El ala quedó apoyada entre dos peñascos y el piloto quedó milagrosamente ileso (colgando).
¿Que les parece un cablezaje?: Fue por el 85 que mi hija Myriam cursaba alas delta con Tomás Palominos que era el presidente del Club Fénix de Conchalí. Una tarde en que Mario, hijo del instructor hacía su primer vuelo desde la cumbre en La Pirámide, se congregó una buena cantidad de gente en el despegue los cuales aplaudieron y vitorearon a Mario, en ese su primer vuelo de altura...mientras se remontó por encima de sus cabezas. Luego de una cantidad de pasadas, comenzó a perder altura y los espectadores le gritaron una que otra recomendación para elevarse, pero el viento bajó y él también. Entonces todos volvieron a gritar pero de espanto: ¡Mario no veía los cables de alta tensión que había más abajo! La expectativa fue tremenda y todos callaron de repente cuando saltaron chispas, el ala se incendió y así cayó otros 20 metros en la ladera. Esta vez quedó la desbandada en el "Fénix". Mario salió de sus quemaduras... para nunca más volver. Y varios de los alumnos (Myriam incluida) también.
Son innumerables las historias de arborizajes, acuatizajes, caídas en los despegues, en las laderas, en medio de un bosque. A veces desde el aire se divisa un hermoso potrero despejado y cuando uno está ahí nomás rendido ante la inmutable ley de la gravedad, descubre unos malditos cables eléctricos en medio y de alguna manera, con su ala delta resuelve el problema...para contarlo.